miércoles, 29 de mayo de 2019

El primo de un amigo.

Tengo algunas cosas que contar, no sé si clasifiquen como reclamos pero eso juzgalo tú.

Algunas cosas dejaron de tener sentido, mi vida, por poner un ejemplo, después de eso sigue mi cuarto, un lugar lúgubre que por mucho tiempo nos sirvió de escondite para guardar tus gemidos, al igual que tu habitación.

Cuando te fuiste no hubo quien se quedara, y tampoco intenté buscar, comencé a ser un tipo callado de su vida y me quedé con recuerdos que manchan, siendo un poco intenso, el otro día terminé sucio por estar leyendo tus cartas y leer otra vez los papelitos y los tickets de nuestro viaje.

Entendí algunas cosas, mi vida estaba hecha trizas, mi garganta estaba cansada de llorar y mis pulmones me pedían a regaños que los suspiros no iban a lograr que tu volvieras,  entendí que no le caigo muy bien a la suerte, y cupido y yo después del día en que te conocí no nos llevamos muy bien.

Es fecha que si me encuentro por casualidad en la calle nos exponemos los dedos medios, pues desde el 24 de noviembre no nos volvimos a ver,  en cuestión de compañiaa,  las personas que se sientan a platicar conmigo suelen contarme sobre su vida, pues la gente tiene la maña de contarme sus problemas  y yo tengo la costumbre de sentarme a escuchar sin decir nada.

Logré las cosas que me enseñaste, algunas las domino, aquella de no platicarle nada a nadie de como me siento, desprenderme de la gente que quiero, y enfocarme en lo que quiero para reírme después cuando me equivoque y sea por mi, y en veredicto.

No soy muy feliz.

El otro día me pegué en el dedo pequeño con una pinza en el trabajo, y por mas que yo intentaba fingir un pequeño dolor, no podía, no sabía como hacerlo pues me sentía peor por dentro, y mi cuerpo se terminó de acostumbrar.

Hoy en día mis compañeros de trabajo están en otro turno, por ende camino solo por los pasillos, como solo, y no tengo a alguien a quien saludar por la mañana, estoy ahí, platicando con mis pensamientos y fingiendo que me miras desde la silla al lado del escritorio.

Ningún recuerdo tuyo me hace bien, y cuando comienzo a recordarte, es como si mi mente se quemara, es por eso que las quemaduras de tercer grado están por todas partes de mi consiente.

Tengo que admitir que estar solo con mis pensamientos es muy malo, es una pésima idea tratar de lidiar con la soledad, aunque no quiero que alguien ocupe tu lugar, y sé que, el solo escuchar otra voz, al otro lado de la línea, ni siquiera es entretenido, si la voz no es tuya, no tiene mucho sentido la llamada.

Tengo que confesar que mis ganas de estar contigo encerrado en una habitación donde nadie pueda escuchar lo que hacemos cuando apaguemos la luz, son muchas, y honestamente no siento culpa por pensar en ti de esa manera, por que siempre pido permiso antes de hablar de eso.

Quizá es tonto extrañar tu piel, pero hoy en día no distingo entre lo que está bien y lo que está mal, solo actúo por inercia y recordar tu risa me hace continuar.

Aun me mandan mensajes el tipo de la florería, diciendo que ya le llegaron gerberas, tus flores favoritas, estoy apunto de decirle que todo terminó, pero honestamente tengo algo de esperanza en un bolsillo.

No hay lugares donde pueda estar cómodo en mi casa, por que en cada sitio estuviste tu sonriendo, y eso me trae recuerdos, estoy tratando de sofocar tus recuerdos pero es un poco difícil si todavía me acuesto pensando en ti.

Me encantaría escuchar tu voz, pero es obvio que tu la mía no, quizá estas comenzando a olvidar que bailabas conmigo  y es justo eso lo que no me deja dormir.

Me recuesto viendo el techo, y me la paso viéndolo por horas, tal vez podrías estar dormida sin remordimiento alguno y yo estoy aquí buscando nuestros momentos mas graciosos para reírme un ratito.

el primo de un amigo me ha dicho que no puede olvidar a su ex, insinúa que ella sonríe lindo, el también tiene otro conocido que dice nunca haberse enamorado de una manera tan perfecta, y yo conozco un tipo que piensa que jamás la olvidará.

Si mi caso es similar o igual te pido que no me confundas, porque como bien sabes, estoy tratando de obedecerte a olvidarme de ti, pero creo que no puedo y tal vez es por que no lo he intentado.

Quien sabe tal vez me haces mas falta de lo que piensas, y me haces mas bien de lo que digo, pero te propongo hacer de lado nuestras diferencias,  y ponernos de acuerdo para dominar el mundo.

Ya casi pasa un mes en que no te veo, y es doloroso pensar en que te pude haber besado mas antes de irme, si me hubieras dicho que no volveríamos a tomarnos de la mano, tal vez, y tan solo tal vez no te habría soltado nunca.

Tengo una última cosa que preguntarte, incluso antes de despedirme, y es mas importante que cualquier otra cosa, por qué necesito algo para no dormir triste como hasta hoy.


tal vez de los dos soy el único tonto, pero creo que lo pregunto por morbo,



 ¿Tú también piensas en mi?.