Como es tu costumbre llegaste tarde y es por eso que hoy en la mañana desperté con sueño de más, llegaste tan tierna como siempre, pero con la piel fría, esperando entrar en mis sábanas, sabías que encontrarías calor en mí.
Intenté hacerte el amor, pero uno no puede besar recuerdos, así que me puse a platicar contigo, y abracé esa almohada que ya está harta de fingir que eres tú, comenzamos a platicar, y aunque en la "realidad", yo estuviera bloqueado de tus llamadas, porque tú ahora eres candidata por el fin de comenzar una vida sin mí, por este lado yo reía contigo antes de dormir.
Tenía ese sueño de todas las noches, de usar traje negro y verte con un vestido largo, siendo la envidia de media ciudad, y siendo el sueño de la otra mitad, pero en la "realidad" había alguien más y era eso lo que me dolía, así que en mi fantasía, yo podía escucharte claramente decir:
-"Acepto "
Una vez más vi tus piernas desnudas, pero esta vez no intenté acariciarlas, pues sabía que terminaría tocando alguna sabana de mi cama, y me bastaba mirarlas, entonces te volteaste, insinuando tu espalda llena de lunares, una espalda fría, una espalda perfecta, una espalda suave, no podía tocarla, pero podía verla hasta el fin de la eternidad, o hasta quedarme ciego, esa era mi decisión.
Miré tu cabello, aquel entrometido de siempre, ese lacio celoso que nunca nos dejó darnos un beso, ese que siempre me dio comezón en la nariz, ese que peinabas durante horas para verme a mí.
Yo estaba entrando en sueño, pero no me quería dormir, dejaría de verte, y ese no era un desenlace feliz, así que intenté con todas mis fuerzas seguir despierto, para poder admirarte en ropa interior, y me aferré a mi última proteína de energía, estaba siendo cruelmente asediado por el sueño, y mi fervor de mirarte al menos un par de minutos más, era descomunal.
Parecía que ganaría, parecía que lograría vencer el insomnio y no dormir para quedarme un ratito más viendo tus ojitos.
Pero sólo parecía.
Entonces perdí la batalla, y comencé a hundirme en sueño, podía ver tus manos cerca de mi rostro, apunto de recibir una caricia, un nudo en mi garganta me dijo "Hola" y yo intenté ser descortés, pero no me funcionó, sabía que lloraría, y que no tendría una caricia, que sólo era producto de mi imaginación tardía, a altas horas de la noche.
Luché por verte un poco más, y sin darme cuenta tu recuerdo se quedó conmigo hasta las 3:32 am, se marchó temprano, porque cuando desperté y busqué tu olor ya no estaba, el lado de tu cama estaba frío, y una vez más, tenía un nuevo día, y la misma mierda.