viernes, 6 de julio de 2018

El Vestido Rojo.

Se convirtió en algún tipo de asesina serial, de esas que te mutilan un cachito de alma cuando sonríen, coleccionaba sus trofeos en frascos de vidrio, en una letrina de color café la cual tenía con ella desde aquella noche de verano que pasaba casualmente por una venta de garage.

Imposible no arrodillarse cuando ella te mira a los ojos, y como si eso no fuera suficiente, rodeaba mi cuello con sus brazos y se paraba de puntitas tal vez con su perfume lleno de alguna toxina, la cual manda dormir al cerebro.
Y es que cuando ella se desnuda el mundo afuera no existe, no hay formas de predecir lo que va a suceder, solo te recuesta a esperar tu sentencia, en su piel no caben preguntas y ella claramente no las va a responder, solo te mirara y después de un rato arrancará de ti hasta la última gota de libertad.

Comenzará a gemir, y eso hará que tus oídos escuchen las canciones que aun no existían, solo te queda apretar las rodillas, para no quedar como un idiota.

Cuando te des cue ta estarás justo en la tina de algún hotel, llena de cubitos de hielo, tu costado izquierdo te dolerá, así que si, alguien te ha robado, esa cosa que late , la cual envía sangre a todo el cuerpo, no existe en su lugar.
Sin embargo ella te dejará una foto, una donde se quita sus lentes para que la veas a los ojos y no te puedas mover nunca, algo así como medusa, pero el único guerrero sin espada, sin escudo y sin amor a su vida, el cual lleva mi nombre, entro en su camino y se quedo sentado viéndola.
Ella no tuvo la culpa, solo hizo lo que se suponía que iba a hacer.


Y quien es el culpable después de todo, aquel raton que iba buscando comida en horas inadecuadas, o aquella serpiente por verla y no querer dejar ir un bocadillo antes del almuerzo.

No se si entiendas pero, creo que la culpa la tengo yo,  por andar buscando algo bien y termino con algo perfecto entre las manos, quizá mi inmadurez es la que al ras del día siguiente es la que golpea en el talón de aquiles.

Entonces la disculpa la pongo yo en tus oídos, o nos sentamos a ver de a cuantos besos nos toca para que la cuenta al final de la cena no sea tan pesada, mi bolsillo no se verá afectado y tus labios no quedarán manchados si solo por esta noche no te los pintas.

Opino que deberíamos buscar una nueva forma de besar, así cuando estés muy molesta y yo este frenético por verte, al vernos primero nos besamos y luego tiramos todo el veneno que corra por nuestra lengua, y cuando la guerra termine, nos damos un abrazo, de esos que duran toda la noche, tu sobre mi y yo con mi mentón en tus hombros.

Quizá las cosas las solucionamos de la manera equivocada por eso es que hiroshima queda tan bombardeada, deberíamos buscar más razones para quedarnos y solo en cuestión, del que el locatel, no las encuentre, y Google no arroje resultados, nosotros deberíamos llevar la batuta, y publicar en Wikipedia cuáles son las 13 millones de razones por las cuales me besaste el primer día, y cuál es la única razón por la cual yo estoy llorando y tu estas molesta.

No se si me prestes atención cuando digo que estoy enamorado, no se si por lo que escribí soy muy obvio, pero lo estoy.




Y es que. ¿que se hace cuando tu cuerpo te traiciona? cuando te deja a la deriva y no te da tiempo de buscar un lugar donde caer suave, donde pones las ganas de seguir soltero, en la basura o las guardo en el armario, quizá no las volveré a buscar, quizá no hasta que te vayas, después de que tu repertorio de palabras bonitas termine, y que tu lista de regalos bonitos no tenga más cosas que ofrecer.
Quizá te tocara partir y me quedara quedarme aquí esperando de nuevo verte, como todos los sábados, esperando un mensaje como todos los días.


Buscando entre los espacios libres que no hay nada que hacer, cuando no hay nada que te detenga buscar el teléfono entre sus bolsillo y encenderlo con la esperanza de ver su mensaje.

Dentro de algunas nubes están las gotas que van a caer sobre mi cabeza, cuando vaya caminando en un día lluvioso y si pensar en si todos los días no es suficiente para que vuelvas te aseguro que volver a reír con alguien más no tendrá sentido alguno.
Va a ser triste si alguien te besa, a pesar que tu cuerpo tiene mi nombre escrito por todos lados, desde las curvas más bonitas hasta los lugares guardados con recelo.

Si me preguntas como es que estoy tan seguro del por qué te digo que eres mía, la respuesta es tan sencilla como dejarme besar tu cuerpo,  no bastará más de 1 minuto para darnos cuenta que la ropa nos estorba y que tu piel está erizada,


Ese vestido rojo, aquel con el que te miras hermosa, sigue apareciendo en mis sueños, te vi solo dos veces con ese atuendo, y no se cuanto durará en mi cabeza.


Pero te aseguro que tu sonrisa es eso que vive, entre mi almohada y mi cabeza.



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