viernes, 2 de diciembre de 2016

El principio del final.

-Ya no puedo seguir  así,  contigo, me lastimas, te lastimo,  sólo le damos vueltas al desenlace.
Explicó la chica.

La gran  historia de amor  estaba  cerrándose,  para  no dejar paso a la esperanza  y terminar  con todos los lazos afectivos en los que se veían  envueltos,  después  de unos meses   todo había llegado a su fin,  las cartas escritas ya estaban entregadas, las canciones  que se dedicaron un día sólo quedarían  plasmadas en un recuerdo y todas las  conversaciones que tenían no anunciaban alguna otra oportunidad.

-Por que me dices esto hasta ahora?, cuánto tiempo  tienes pensándolo?,  acaso las cosas que ayer me dijiste no eran verdad y solo estabas jugando?.
Dijo la chico con la voz cortada y las orejas  rosadas tratando de tragar un nudo.

-No quiero lastimarte.

-Muy tarde

Tal parecía que la tarde de aquel  diciembre  no ayudaba en mucho pues la puesta de sol no se veía,  en cambio unas nubes de color gris espeso se posaban sobre las cabezas de los protagonistas. La historia  que habían hecho a lo largo de unos cuantos meses faltaban tan solo unos minutos para terminar.

-Entonces éste  és  el fin? .
-Supongo  que sí,  tal vez  es lo mejor.

La chica cerró  la plática mencionado  que éra lo mejor, aunque,  ¿Lo mejor para quién?.

Como todos los guerreros de la antigua ciudad oriental Nipona, él  ya había  tirado su espada, su escudo ya estaba tirado y sucio, ya se había  rendido ante la  abrumadora sonrisa  con la que la chica sobresalía de la gente.

Pero tal vez,  y  tan solo tal vez,  era lo mejor.

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