Cómprame un mazapán.

Cómprame un mazapán, sólo por el hecho de hacer el bien, mi sombrero y yo acabamos de salir de una junta administrativa, donde revisamos varios puntos de interés.

Acordamos que el sol de las 3 es el más fuerte, porque el de las 12 aún el clima es fresco y a las 5 ya no golpea directo.
Tengo en mi canasta dulces de todo tipo y para ocasiones especiales, tengo chocolates para los enamorados, gomitas para los niños llorones, tengo chicles para los que se les hizo tarde y tengo mentitas para los galanes.

Tengo colitas de ratón para los que quieren azúcar y chile, también tengo chile en polvo para los más valientes, tengo paletas de corazón para los que están tristes y tengo bolitas de chocolate para los que siempre están aburridos.

Pero tú cómprame un mazapán, porque se hace tarde y las ventas han caído un 16% desde mi descanso de las 3, y ahora estoy buscando maneras para hablarte, así que esa es mi excusa, tú cómprame un mazapán.

Cómprame un mazapán y dame tu número porque no se cuando te volveré a ver, tu cabello se mira igual que el lunes, peleando con el martes y exactamente igual que el viernes, permíteme decir que siempre se mira perfecto.

Estoy buscando las últimas bolitas de chile que aparte para ti, esas se las vendo a las más bonitas, déjame ser cortejante con mis dulces y aguántate la risa sólo un poquito más.

Una amiga tuya me ha dicho que las pica fresas son tus favoritas después de tu almuerzo, se que compras papitas crujientes, pero tu márchate tranquila, subió mi productividad en un 216% lo que va de esta semana y planeo ampliar mi mercancía, así que extenderé mi catálogo de productos.

Eres mi cliente favorita, tienes la mirada más bonita y los cachetes más redondos que he visto, así que no es por presumir, pero mi meta de hoy la alcance a las 10 de la mañana, si quieres hacerme ganar más de la meta tú cómprame un mazapán.

Cómprame un mazapán porque sé que a esta hora llegan por ti, tendrás que irte y me quedaré sólo, no te voy a volver a ver en un buen rato, pero tú ten por seguro que cuando te vuelva a ver te arrojare mucho arroz, ese día especial no tendrás que comprarme un mazapán, ese día te lo regalo yo.