jueves, 6 de septiembre de 2018

Señorita Soledad.

Soledad, Se que no te duele, también que no te importa, pero ven y sientate a mi lado, quiero mostrarte mi cicatriz de noviembre, nunca antes habías visto algo así, te sugiero que no la veas tan de cerca.

Mi luz interior, ese espíritu de búsqueda murió en el momento en el que te la vi llegar, algo cambió, algo pasó, no me di cuenta muy bien cuando pasó, pero se que me dolió en el alma cuando ya no estabas.

Partio aquella mañana sin habla y sin ganas de dejar un recado a donde iria exactamente, solo me quedo el recuerdo y me quedaron las ganas de reír con ella una vez más, ya no tendría sus pies fríos entre los míos, y era exactamente eso lo que me dolía.


Señorita soledad, que bueno que llega póngase cómoda y perdón por los calcetines que deje en mi sala, en un momento los muevo pero su cena esta lista, se que le gusta la verdura con mantequilla, y la verdad no soy un buen cocinero pero estoy seguro que esto le encantará, deje al lado la vanidad y retire sus tacones, le invito a caminar sin ellos.

Le quiero contar muchas cosas, entre muchos de los temas esta el de mi amada, ella partio y creo que tendré que besarte todas las noches a ti, a costa de poder olvidarla, me gustaría poder iniciar esta platica con su nombre, pues ella es mi tema favorito, y honestamente también lo único que lo que se hablar.

Creo que después todo, la aburrí, eso de escribirle cartas le aburrió y supongo que ese era el motivo por el cual estaba muy emocionada por marcharse, y también creo que su sonrisa hace mucho tiempo ya no me pertenecía, pues, como tu sabes me pierdo en los detalles y las últimas dos ocasiones en que la mire, ella no sonrió en gesto de emoción al verme, se limitó a decir hola y seguir la conversación con una aburrida pregunta de - "Como estas", tampoco me abrazo y es por eso que me aflijio verla.

Después de todo mis chistes tontos ya no caían en su gracia y mi guitarra ya no la hacía ponerse roja, mientras tanto mi forma de hablarle de amor la conocía de memoria y era por eso su urgencia de irse,  tal vez mis flores ya no tenían ese mismo perfume que la enamoro alguna vez.

Cuántas cosas cambiaron en mi para repararlas, me gustaría convertirme en lo que a ella más le gusta para almenos tener su atención, esa parte de su canción favorita, exactamente esa la cual le pone la piel chinita, me gustaría ser su olor favorito, o el enunciado que más le gusta de su libro favorito, tal vez podrías ayudarme a conseguir una bruja la cual me convierta en su par de calcetines favorito, o la almohada que ella abraza cuando duerme, pregunta si el costo es más caro si me convierte en un lunar de ella.

Tal vez si aprendo a volar le voy a gustar otra vez, señorita soledad dame ideas y dime como le gustan los chicos a ella, dime si es que le gustan enormes y fuertes, o si le gustan flacos y altos, o bien dime cuantos golpes en la cabeza me tengo que dar para quedar igual de estúpido como los que le gustan, si la vuelvo a ver necesito un nuevo perfume, necesito los mejores zapatos del mundo, tal vez necesito la mejor camisa, y mi peinado debe de ser perfecto, ella debe saber que el cinto lo tarde en escoger y convina con mis zapatos.

Si se da cuenta que estoy nervioso no podre dejar de temblar, necesito el mejor libro para mantener la calma, y si estoy muy feliz de verla al punto de querer gritar necesito una cinta adhesiva muy fuerte, no la quiero asustar, soledad dime si ella usará tacones para vestirme formal, dime que corbata escojo por que ella usará su sonrisa otra vez, dime si me pongo calcetines negros o si me pongo más desodorante.

Mi barbilla esta perfectamente rasurada y mi tiempo es el indicado para poder llegar temprano a su casa, mis ahorros son los indicados para llevarla a su restaurante favorito y comprar sus alitas favoritas solo quiero saber si ella puede dar un beso o quizás dos, uno para aquí, y otro para llevar, si me regala un abrazo estaría mucho mejor, uno que dure por la eternidad.

Solo existe un pequeño detalle, que no me vuelva a recordar que no piensa en mi, que la deje ir, que esta mejor sin mi.

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