Estaba sentado en las faldas de la catrina, sentado con mi cabeza en sus rodillas, ella me decía que si la acompañaba al campo santo no tendría por qué volver a toparme con los problemas, que se quedarían aquí y ellos no me seguirían, me daba la opción y la observación de ponerme una soga en el cuello como un lindo collar eterno.
Que no tendría que preocuparme por levantarme temprano nunca más, que sería una buena idea después de todo, en la única de las peores épocas ella me explicaba que no tendría ningún dolor al pasar al otro extremo de la luz, y que tal vez dolería un poquito pero ese dolor no sería eterno y desaparecería en segundos.
Ella me pedía que tocara un huapango lento en mi guitarra, por que tenia ganas de cantar, tenia ganas de escuchar a los perros maullar de miedo y que la luna estaba en el punto perfecto para que yo le diera un tono en LA Menor, le explicaba que estabas tan dentro de mi que no intentaba sacarte por que honestamente no sabia como, tampoco tenia ganas de hacerlo, pues en mi cabeza aun rondaban recuerdos que tal vez para ella solo eran cosas tontas y cursis de una noche, tal vez conmigo solo perdio su tiempo y el culpable era yo.
La huesuda se reía antes de consolarme, me decía que no entendería jamás a las mujeres, y que tampoco intentara hacerlo, me regalo una botella de tequila, con una etiqueta que decía "te perdono el mal que me haces por lo bien que me haces sentir", y no sabía si el amor era alguna categoría de ebriedad, pero había encontrado la cura perfecta.
La mujer de hueso preguntó si tu cabello era lindo, y le respondí que era el más hermoso del mundo, en tono de burla me dijo que a ti no te importaba en lo más mínimo saberlo de mi, que mis halagos para ti eran tonterías, cualquier palabra mía intrascendente y era por eso que no estabas aquí, seguía burlándose y antes de siquiera poder convencerla.
Deje el descanso y abrí la platica, para acortar camino, Citando textual mente su boca, me resumió con un "te quiero mucho" y me menciono sin ánimos de lindura que solo era un simple recuerdo, y ese, era el punto por el cual no temía ganas de levantar el menton, y de eso se tenía que aprovechar para llevarme aquella mujer,
Me mando al carajo y ella honestamente me acompaño, no lo dudo ni siquiera pregunto a donde íbamos solo se acerco a mi cuando reposaba cabizbajo, y empezó a hacerme platica. "Un simple recuerdo"; me pasaron por la mente mil y un escenarios donde te abrace sin pensarme en esta situación.
La flaca me miraba y luego se reía al verme triste, me decía que no era un hombre, que cuando lloraba solo lo admitía, y ella se revolcaba en la alegría, cuando saliste por la puerta dejaste mis nervios y miedos al lado de las llaves, no dejaste ningún número de emergencia, tal parece que yo no necesito un instructivo para saber como reír, respirar tu aliento los domingos para poder andar tranquilo por la vida.
Un par de nahuales, se preguntaban entre murmullos por que era que caminaba con ella, y como es que hablábamos como si fueremos amigos de toda la vida, y la verdad es que ella se portaba linda solo por una razón la cual estoy aburrido de decir, pues ya lo leíste muchas veces.
Siendo honesto el mapa tenia unas manchas de café de tus descuidos en una noche de geografia y era por eso que no estaban bien definidos los lugares,aquella mencionada no se detenía ni siquiera para tomar agua y tampoco tenia la intención, así que decidi voltear y decirle que su compañía era buena, pero que no iba a ceder, perdía su tiempo haciendome platica y portándose linda.
Se erizo mi piel cuando me miro y me dijo que me estaría esperando, que faltaba un rato, pero que cuando la mirara otra vez sería solo para caminar conmigo al mictlan, me encargo mi guitarra y siguió a la derecha después de insistir, tenia una cita, al la cual no sabía si asistir.
Y es que cuando mi chica se marchó tal vez no le gustaban los tipos como yo, tal vez no le gustaban los zurdos, y no la culpo, somos adictos a hacer las cosas al revés, tal vez odiaba mis lunares, pues no eran lindos y tampoco tenían una forma chistosa, quizá mis ojos son demasiado pequeños y a ella le gustan expresivos, quizá mi pubertad no me regaló, barba y era por eso que ella se había ido, en alguno de los mejores escenarios, tal vez, quiza, a lo mejor, en una suposición, en el argumento válido o en la estrategia perdida, a ella no le gustaba el sabor de mi sazon, y buscaba alguien con dotes de chef, tal vez no le gustan los chicos de 1.76 y le gustan los de 1.77 o 1.75,pero no los del 76, tal vez no le gustaban mis chistes tontos y se aburrió de reír por compromiso, quizá mi voz no le gustaba y apenas me ponía atencion, quizá me sudaban las manos cuando la tomaba al caminar, o tal vez se aburrió de mi forma de reir, estoy más que seguro que odiaba mi manera de verla cuando saliamos, quien quita y no le gustaba un tipo cursi y prefiere a los tipos rudos, por que si ese es el caso puedo dejar de tocar mi guitarra y ponerme un parche de pirata en el ojo y en cada sorpresa o disparate decir -"arg" en gesto de rudeza, quizá puedo golpear un cachorrito para demostrar que no me importa nada, aunque me duela el alma, a ella le gusta que le canten bonito y yo no se hacer eso.
Para ciencia cierta me cautivaron tus piernas, me enamoré de tu sonrisa y creo que tu nariz fue mi lugar de sepulcro, entonces tenia más problemas en el bolsillo de lo que podía sostener mi cinturon, ahora solo era cuestión de esperar, si mi día había llegado o si en alguna ocasion un suspiro tuyo llevase mi nombre.
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