Cuando mi emprendía mi camino al trabajo me detuve un minuto a pensar en ti, normalmente no le doy crédito a lo que mis pensamientos necesitan, pero esta vez hice una pequeña grieta, y la excepción salió por ahí.
Estuve tranquilo, viendo tu foto oculta en mi teléfono, la vi tanto tiempo que me resultabas más bonita al momento de imaginar cómo hubiera sido mi mañana y hubieras estado tú, sin embargo, no fue así, desperté con la misma almohada y con las mismas ansias de abrazarte que solo me quedó quejarme otra vez y empezar mi día sin tus cabellos locos merodeando en mi nariz.
No tenía otra forma de ver la vida, siempre me apenaba una queja, siempre eras tú, y siempre hacías falta, pero no iba a salir corriendo a buscarte, no te iba a dejar en claro, en ningún momento, que no podría estar sin ti, aunque por las noches el olor a vainilla de tu perfume y tus cremas no lo tuviera.
No sé si soy un cobarde, quizá no lo soy, por que me estoy aguantando las ganas de decirte las cosas lindas que siento cuando pienso en ti, cuando recuerdo cosas bonitas contigo.
No obstante, ¿Quién soy yo para arruinar tu paz?, es probable que duermes infinitamente mejor sin mi, o que tus almuerzos y tus ratos libres disfrutas de tu soledad.
Yo encantado de repetirte 20 veces que estás bonita, o simplemente estar acostado contigo sin decir nada y sentirme querido.
No estoy seguro de cuántas noches me hacen falta para volver a dormir contigo, quizá ya nunca más volveremos a estar juntos, quizá no te volveré a besar y admito que eso me aterra, por que me, am, me gustaba sentir mariposas y mis orejas rojas.
Viendo mis estadísticas personales, es muy probable que no te cases conmigo como muchas noches lo tuve en planes, al ir a dormir, imagino muchas cosas, en cómo me voy a sentir cuando por fin tengas novio, y más aún cuando ya estés vestida de blanco, no sé si ése día pensarás en mi.
Será incómodo, por que realmente quería ser yo, me da vergüenza por que enfáticamente quería ser yo; Nunca había deseado tanto compartir mi vida con alguien, llegué a imaginarme a mi mismo sentado boleando mis zapatos de color negro, y planchando con suficiente almidón mi camisa blanca, era un escenario especial, lo perdí.
En muchas ocasiones, te repetí con gran fervor que a nadie en el mundo le ibas a gustar la mitad de lo que a mi me gustabas, y pienso explicarte eso.
Quizá ya sabes cuáles son las cosas que me gustan de ti, las dejé en claro desde la primera cita que tuvimos, inclusive mucho antes, ya sabías mi parte favorita de ti, escribiendo esto me imagino que te respondes sonriendo. Pues no hace falta que lo diga. ¿Sabrías responder cuales son las cosas que no me gustan de ti?, puede que hayan miles y miles de cosas que no me gusten de ti, pero si te soy muy muy honesto, es que no cambiaría algo de ti.
Te conozco tanto, que eso me da la libertad de poder ver más cosas que me gusten de ti, y entre más te veo más me gustas, y si lo piensas un momento, nadie te ha visto tanto como yo, nadie te ha visto con el mismo amor que te veo yo, un coleccionista de lunares que celosamente guarda en su memoria la posición exacta de cada uno de ellos. Admirar más cosas de ti, por eso me levanto el cuello cada que digo que a nadie le vas a gustar nisiquiera la mitad de lo que a mi me gustas.
Y odio que tú ni por enterada estabas, quizá tu esposo tendrá las cualidades que tu anhelabas, pero yo, yo era un loco que moría por ti, yo era ese vagabundo mal vestido que pepenaba besos, y a veces simplemente una sonrisa.
Amaba hacerte reír, mi deporte favorito si me lo preguntas, coquetearte era algo que me salía súper fácil, nunca lo practicaba, bastaba con hablar contigo aunque sea por mensajes, por que me salía solito el decirte cosas bonitas.
Eras mi obra de arte, la coinciden más bonita que tuve y un buen día se fue.
Hoy en día tu prioridad eres tú, estabas trabajando en ti, me pregunto si al terminar tu jornada laboral, tendrás tiempo para ver lo que queda de un hombre que gritó sin abrir la boca y murió sin sangrar.
Mi alma hace mucho tiempo se fue tras el color de tus nalgas, y mi cuerpo vacío y sin color, perece en la oscuridad, me pregunto cuantas veces pensaré en ti, es por ello que estaré feliz de ver tu boda, no interrumpire absolutamente en nada, pero me gustaría que quede claro, que no le gustaras tanto como a mi, aunque el sepa comer tus hotcakes que yo, aunque en mi alma seas 16 veces tú.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario