viernes, 14 de abril de 2023

La puerta al cielo

 Me he perdido de grandes momentos de tu vida, y realmente no me siento muy cómodo con ese aspecto, me hubiera encantado ver el brillo de tus ojos en tan buenas noticias, y sin embargo me quedé solo admirandobde lejos, las fotos que tú posteabas a redes.


No me queje, me quedé ahí, respirando muy poco, nisiquiera tenía ganas de decir algo simplemente no me salió, hoy en día, al evaluar todas las cosas buenas que te pasan, siento una profunda admiración, pero, también siento mucho miedo que llegue el día de tu boda, y yo no sea el novio. 


Cuando subas tu foto en vestido blanco, me quedaré callado y mi vida irá en declive, es justo pensar que yo hubiera hecho de todo por estar ahí en traje negro, esperando tu llegada al altar, y ir a las  reuniones, y también firmar ante un juez nuestro amor y respeto incondicional. 


No quiero quitar el dedo del renglón, pasan los años y yo sigo sintiendo el mismo amor que sentía la primera vez que te vi desnuda, y como la última noche en que dormiste entre mis brazos, el calor de mi pecho busca tu espalda constantemente, y sin embargo no le doy crédito al que ya no estés aquí.


Todos los días pienso en ti, me pierdo en tus ojos, y miro la misma foto, miro los mismos mensajes y me siento impotente al no poder haber estado para ti las noches en que estabas aburrida. 


Yo no sé a quién preguntarle si debería dejarte ir, si el olvidarme de ti es tan buena idea como el mundo me jura o si estoy cometiendo el más grande error de mi vida, y me aterra pensar que puedo tener razón. 


El tiempo pasa, no se si se me acaba el tiempo, o si estoy más cerca de nuestro próximo beso, yo solo veo cómo la ansiedad me consume, y me vuelve a asfixiar, los pensamientos me hacen un tipo de chistes y comentarios incómodos que me arrebata la comodidad de la cama a las 3 de la madrugada.


Solo pienso en que te perdí en que me merezco lo que tú me desees y sin embargo no es suficiente condena, por que te sigo buscando entre mis brazos y la soledad me abraza y me hunde en miseria hasta las caderas. 


Me aturde enormemente la pregunta "¿Pensaras en mi?", "le darás el mismo amor a alguien mas?" Y simplemente me quedo ahí, mirando el vacío que siente mi estómago y mi pecho, me pudre por dentro el alma y se apaga un poco más mi conciencia, me rompe la moral. 


No me siento muerto pero sigo sangrando todos los días, no me siento vivo y yo no sabía que existía en mi el piloto automático, pero, pasan los días y mi mente se encuentra en ti, mi corazón se quedó en algún cajón de tu habitación, y yo aquí busco no solapar mis penas.


No se si en el transcurso de mi vida nuestros caminos volverán a chocar, pero quisiera que fueras tú al final del camino, me encantaría que estuvieras en esa luz al final del túnel, que seas mi tierra prometida y yo tu príncipe valiente. 


La noche se vuelve madrugada y cuando es más oscuro siento que el frío me entume los labios, siento una sombra negra que me acecha a cada momento dentro de mi casa y yo esperando el combate quieto y sin miedo, me preparo para luchar a muerte. 


No le puedes ganar a alguien que no se sabe rendir, simplemente por que conozco el miedo y sin embargo me permito disfrutarlo antes de saber el final, me encuentro encayado, pero mis piernas aún responden. 


Me voy muriendo lentamente, no sé van mis ganas de hacerte el amor antes de que despierte, y mis manos todavía huelen al dulce sudor que emergía de tu cuello cuando te apretaba la espalda. 


Yo aún no olvido el aroma de tu cuello, y es que me volví adicto al veneno y a estas alturas necesito más para morir sonriendo, no me queda nada, así que, vine por todo.


Mi alma no tiene reposo nisiquiera cuando esta dormida, no tengo orgullo cuando se trata de ti, y sigo esperando que se me olvide tu nombre, pero si lo recuerdo cada 12 minutos, es difícil que lo logre. 


Me pregunto si piensas en mi, por que yo aquí, me muero todos los días, y por las noches solo respiro, te veo con los ojos cerrados, bonita tu chingadera de mostrarme el cielo y no volver a dejame entrar. 

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