sábado, 22 de octubre de 2016

Aun no sé cómo se llama.

Esta historia será tan tétrica y terrorífica como el hombre que está  viéndote desde la oscuridad, esperando a que duermas y caigas en los brazos de la mala suerte y así no dejar rastro de ti, tu sigue leyendo, su mirada es paciente y no tiene límite de tiempo.

Sentimiento Sustancial.

Les contaré algo que me pasó,  lo pude sentir  en el viento, en mi cuerpo y a través de sus ojos.
El plan era sencillo, caminar hasta la entrada de aquella  aburrida escuela y tener que mirar a las mismas personas aburridas  de todos los días.

Tan grandes eran mis ganas de llegar a el salón de clases, que vi como los demás chicos de mi curso se paraban a ver por la ventanilla de la dirección; Como eso no era usual en un día normal, decidí caminar hasta donde  se encontraba la multitud y pude ver  la silueta de una linda señorita con ojos color cielo.
Sorprendido y pasmado escuche como un compañero gritaba mi nombre y me tomaba del hombro con la fuerza suficiente para moverme y tirar mi mochila de un solo golpe.
-Sergio!, Mierda! Deberías caminar más rápido me llevo esperando que llegues mucho tiempo ¿podrías pasarme la tarea?-
Le sonreí  y con una mirada cálida le dije...
-No-
Me retiré  del lugar  sin poder escuchar lo que me decía, cuándo llegue al salón de clases no pasaron ni 15 minutos y el profesor en turno ya había entrado a  aquel tétrico salón dejando fuera a las mismas personas molestas de siempre.
No pude ocultar por mucho tiempo mi alegría al saber que las personas que nunca ponen atención estaban  fuera del salón.
-Muy bien chicos espero tengan ganas de trabajar por que...--
~Tap Tap Tap! ~ (Sonaba unos golpecitos originantes de la puerta.)

-Hola profesor interrumpo?, que tonta pregunta, me permite  dejarle a está muchachita?...

Yo para ese momento no podía creer lo que estaba viendo pues era aquella linda señorita que había visto apenas unos minutos.
Su lindo cabello y ondulado me hizo suspirar como niño de película y fue ahí cuándo todo comenzó.

El cerebro fue el primero en caer, sentí como mi cerebro se llenaba de feniletilamina y sentí el bombazo  de energía del cual se lleno mi cuerpo.

-Si claro!,
-~ discrepó el profesor apresurado.~
-Gracias profesor.
Se retiró y dejó a la nueva alumna del curso.



Bueno señorita, puedes presentarte al grupo y decirnos ¿cómo te llamas? y de ¿dónde vienes?
~dijo el profesor~

La señorita apresurada, nerviosa,  con su mano derecha sosteniendo su mochila y con la izquierda acomodando su cabello, frunció el seño para responder y justo antes de que ella respondiera,
pude sentir como la feniletilamina se segregaba con la dopamina la norepinefrina y la oxitocina;
Ya bajo los efectos de aquel curioso cóctel de sustancias, una gota de sudor resbalaba por mi frente cayendo con fuerza sobre mi escritorio, para hacer un débil sonido.

Me llamo Wendy,  tengo 17 años y vengo de Juárez.

Pude sentir como mi corazón latía más rápido, pude sentir como las personas a mi alrededor se muteaban y solo veía los movimientos de las bocas  moviéndose acorde de sus risas mientras la misteriosa chica  se  estremecía y sus ojos se dilataban,  yo se que nadie más vio la linda  sonrisa que ocultaba detrás de sus nervios.

Mi hipotálamo fue el segundo en rendirse, tirar su espada y dar marcha atrás,  el no intentó  quedarse a pelear con la  sonrisa de Wendy,  se rindió, y cuando lo hizo cedió la comunicación a través  del sistema nervioso central.

La chica terminó  de presentarse y decir detalles de ella,  los cuales no los escuché por mirar sus lindos ojos, que, para mi suerte el profesor la sentó  frente a mi en una banca a mi derecha.
Cabe resaltar me yo estaba sentado al final de mi línea y ella estaba en la penúltima silla, a lo que tan sólo era cuestión  de tiempo para hablarle y tomar un pretexto estúpido para poder decirle hola.


Mientras más pasaba el tiempo mis gotas de sudor  eran tan grandes y en cada una de ellas  un pequeño grito sofocado de  temor.
No tardé en darme cuenta que mi cuerpo estaba cayendo a pedazos a manos de su mirada.
Para esto, ya mi cuerpo estaba infectado  por las sustancias que mi sistema había segregado y enviado a cada rincón,  era el turno de la adrenalina y la noradrenalina, y mi corazón el tercero y último al entregarse a manos  de su cabello arrojó la toalla  y tomó su derrota con bastante resignación y debilidad ya no había más  que hacer, comenzó a trabajar en un ritmo desconocido.

Era el turno de cambio de mi profesor  seguía aquella típica maestra que quiere simpatizar con los alumnos con sus aburridos y tontos chistes,
Se presentó y nos platicó  otra de sus aburridas anécdotas esperando la aceptación de sus alumnos.
Tomó más minutos platicandonos sobre su vida así que me dio tiempo de admirar mi cuerpo y pude darme cuenta de la batalla que estaba librando y más que librando preferiría  tomar el término "masacre" para definir  esta lucha.

Mi corazón se había entregado,  y el ya había regalado mi sistema sanguíneo,  aumento mi capacidad muscular y los glóbulos rojos comenzaron a recorer una  distancia impresionante, el oxígeno que transportaban los mismos, corrían con la suficiente fuerza para dejarme sin aire, para poder tomar el control.
Ya mi cuerpo  había  aceptado su inminente derrota  contra su sonrisa, yo estaba  tomando aliento  cuando  depronto, voltea sonríe y de sus labios  brotó una hermosa canción que pudo escuchar mi corazón a tal gravedad que sentía como mandava a volar a mi sentido común.
Hola!, me llamo Wendy.

miércoles, 19 de octubre de 2016

Blattodea.

Sé  que pude haber hecho más, si te hubiese matado,  ahora no estarías escondida detrás del sofá,  puedo escuchar como caminas pero no se si te debo buscar o dejar que me encuentres,  solo es cuestión  de tiempo, pero no hay problema, no soy apresurado y tú eres paciente, alguien tiene que salir primero, te prometo que ese no seré yo, ahora mismo estoy buscando algo con que golpearte y dejar aquí este nerviosismo que no me ah dejado dormir, estas lista para venir a mi?...




Blattodea.
De la clasificación superior: Dictyptera
Nombre Común : Cucaracha.

#LAURASADCHACA

El joven temeroso de la respuesta, estaba tan  impresionado por la  temerosa actitud de aquella misteriosa y linda mujer que le dijo:
-"Mueres por mi".
 su voz,  retumbó por toda la ciudad y el joven temblando de nervio pudo alcanzar a fruncir el ceño para que de su boca brotara.
- "nel prro".
La misteriosa y linda chica discrepó al ver la reacción que causó  en el brayan y esta le contestó;
 -¿y éso?.
el brayan no pudo contener  su mirada y le dijo:

-" pUEes sHavEs dE  ke? La mEra netflix sI  eSthas  vien priNzEsa  pErO  yO  no cUmPlo  los dEsEOs  tulloz  dE ti ozea  sI  comprendez?".

La mirada de aquella joven se desequilibró  y buscó el suelo de aquella calle, solo  los acompañaba la  fría tarde de aquel febrero y unas  cuantas nubes de color espeso que  adornaban el cielo con grandes rugidos amenazando y advirtiendo de la próxima lluvia,  el brayan tomó de su mano y con una sonrisa le dijo  de la manera más sencilla que pudo:

 -"mEreCes uN  rIkiyo dE  laz  alamedas, iio  sOy  uN  bIl  Rathon, y roBe  pArA  cOnpRarte eSthas flores, io no zoy El ideal pa ti  bete  porfa".

Le entregó las flores soltó la mano de la señorita dejando  como recuerdo el calor de su mano, y huyó de la escena, mientras tanto la mente de la señorita se llenaba de  vagos recuerdos y lindas  historias que ya no se iban a cumplir y fue ahí cuando de la mejilla de la chica rodó  una lágrima  recorriendo su rostro y cayendo con una delicada fuerza y caía sobre el pétalo de una flor de aquellas maltratada rosas.



Ríete cx

Sesión Fantasmal.

Desperté después de mucho tiempo y caminé  hasta donde estaba el comedor y vi como mi madre lloraba y ella  estaba junto a otras personas  rodeando la mesa, todos tomados de la mano  se me heló la sangre cuando una mujer de canas y reboso dijo con voz fuerte :
" está  aquí  puedo sentirlo. "

El Viaje.

Viajaba en un camión la noche era obscura y pude ver  como mi reloj marcaban las 10:04,  entre la noche no podía ver mucho a lo lejos  solo  unos letreros alertando sobre una vuelta peligrosa segundos después  el camión chocó contra la baya de protección y rodó por una ladera hasta quedar de cabeza, el terror fue tan grande que desperté y pude ver uno de  esos letreros y mi reloj marcaba las 10:03.

viernes, 14 de octubre de 2016

Comunes miradas desapercibidas.




Y ahí estabas  tú, sonriente, pero no  como  cualquier niña, si no, distinto, distante a mi, lo único que nos  distanciaba  era aquella  calle  con abundantes personas, parecía  sencillo  ír a saludarte después de mucho tiempo, pero  e ahí el problema, no tenía el valor  suficiente para yo ír detras de tí, recordé mis  vivencias de secundaria y las cosas que tú y yo  vivimos juntos, y la manera en la que  te abrazaba  sin pensar en el futuro, hoy  día  quisiera  volver a esos  días  donde platicábamos  durante  horas.
Fué tanta mi ignorancia  aquella noche  que tardé en  reconocer  aquel sujeto que sujetaba mano, sin el cuidado de tener los dedos entrelazados a los  tuyos, como a ti  de  gusta.
Es difícil pensar que el es mejor  que yo, pero  si tu desición cayó lejos de mi alcanze, qué más puedo hacer yo?...

La respuesta es casi obvia, pues no  tengo mucho que ofrecer solo un par de rosas  con los petalos caidos, un oso de peluche, con  el botón que finge ser el ojo del mismo  cayendo desilachado, mis  zapatos sucios  de tanto caminar,  y mi peinado extraño.
Viendote  de  lejos,y tu  al  lado de él solo puedo fingir  que no me importa tu presencia y a ti no te  queda  mas que disimular  tu mirada  mintiéndote a gritos  que no me miras.
Estoy  tan desconcentrado  cuando  camino por un simple vaso de agua, pensando en si mi camisa no está mal abotonada, para darte una buena impresión de mi después de mucho tiempo sin verte, si mi sudor podría pasar desapercibido y mis zapatos  sucios  podrian  dar algún buen  aspecto.

El caso  es que ahí estabas, platicando con el  tomados de la mano, tu sonriendo y el viendote a los ojos  como  yo  lo  hacia  todos los días, tal vez  sí se  merece  estar contigo, pues al menos  si el  ocupa mi lugar  supongo  que debe  de  ser mejor, por obviedad.
No me queda mucho  que  agregar  la  noche  era calurosa y me retiré como si mi  sombra no  ubiese  existido, como si mis intentos fallidos por coincidir con tu mirada  no ubiesen sido latentes, tome mi guitarra y comenze  a caminar  sintiendo  tu mirada en la  espalda.
Y yo  suspirando  tu nombre  como  todas  las noches  después de  2 años.

Reflejo.

Mi mamá no paraba de regañarme  por estar tanto tiempo fuera de la casa ese día y la verdad no me gusta estar en casa, esa noche  llegué  y mi mamá comenzó a regañarme y a seguirme  hasta mi cuarto yo no me había quitado los audífonos hasta que entramos a mi cuarto y me puse frente al espejo y mi reflejo me sonrió, asustado volteo con mi madre rápidamente y me dijo:
-"Hay que salir de aquí"

lunes, 10 de octubre de 2016

Querido diario.

Les voy a contar algo que está  pasando en estos días,  y quizá es muy tarde contarlo ahora es cuestión de tiempo,  un día  después de  estar leyendo la puerta se cerró demasiado fuerte al punto de asustarme y  yo riendo dije en voz alta "a ver si muy chingón, ahora ábrela".
Fue ahí cuando se desvaneció mi sonrisa y la puerta comenzó a abrirse lentamente.

Ahora estoy debajo de la cama  estoy orando y solo es cuestión de que me encuentre.

Consolando al viento.



Me dolían los ojos, no tenía mucho que hacer  y veía toda la gente pasar, gente  con  los  problemas saliendo por sus ojos   brillosos, nariz rosada y comisuras hechadas.
No sabía si mirarlas  y decirles que estaría  todo bien  o seguirlas  mirando con morbo, un morbo exagerado, del mismo que no es  del agrado de nadie, yo  sabía que no debía  de verlas, pero mi sentido  común  estaba  desactivado.
Es ahí que recordé una  enseñansa de mi madre,
Aquella  donde  me  decía que  no se debe mirar por tanto tiempo a las personas  que no  conoces, por que las intenciones  con las que las  miras  no se definen.
Esto da a pensar, que si tú las mirabas  por unos  segundos  más de la cuenta  las personas  comenzaban a  sonrojarse y en el peor  de los  casos  a molestarse.
El caso es  este,  tras una  jornada larga de  trabajo  que  parecía  no tener  fin    salí a el  segundo descanzo  donde   yo esperaba  encontrarme  con  viento fresco y  algo de  agua por la  lluvia, sin  embargo,  había  una linda  muchachita, podría decir que estaba  muy  desconsolada, y  en aquel lugar no  había nadie  más que yo, el viento  y las lágrimas de aquella  misteriosa y triste joven.
Intenté acercarne  dentro de los  primeros  5 minutos  que la vi llorar, pero había ese algo que me  detenia, después de aquellos 5 minutos  vencí el temor y me acerqué

-Te sientes bien?
   ~sentí que no era la pregunta más  adecuada para el momento ~
   -Sí, no  esperaba que llegara nadie  aquí.
   - si te molesta me retiro no quería incomodarte.
   - no, está bien,  oye  tu línea de producción terminó temprano?, según yo  tienen que salir  11:00 pm  y no a las  10:40 pm  como tú lo estas  haciendo
   -Lo que pasa es que  no hay material  para mi  y estoy  afuera  antes de tiempo.
   -entiendo.
   -oye creo que necesitas algo de agua y un pañuelo vengo en 10 no te vallas
   -no!, no te preocu.....
_me fui sin  escucharla, su mirada estaba  tan perdida  y su rostro casi imperceptible en la obscuridad que lo único  que podía distinguir de ella  era su listón rojo enredado entre su lindo cabello y sus zapatos cafés.


Justo antes de  entrar  a aquella planta  me  tope un compañero de  línea y le dije que  estaba una chica  llorando  afuera que tuviera  cuidado,  cuando le dije eso, él, con una sonrisa burlona me dijo;

-Vengo de  afuera acabo de fumar  y ahí no había nadie...

viernes, 7 de octubre de 2016

Piedras bonitas/parte 2

Después de verla dio vuelta atrás, sintió un vacío en su interior, sí, ése  vacío que todos llegamos a sentir después de una decepción, sintió un dolor  tan dramático que parecía no borrarse.
Todos los machos lo miraban y parecía que él y algunos de los más viejos no habían conseguido una pareja.
Cuando tiró la piedra  alcanzó a escuchar como  rodaba cuesta abajo y se sumergía en el agua, decidió caminar hasta donde Rebeca solía estar  en sus tiempos de soledad, donde  Rebeca solía sentarse por horas  y ver acompañada del viento y el silencio la puesta de sol,  después  de unos minutos caminando llegó a  aquel lugar tan especial para Rebeca, pero escondido entre la nieve pudo ver una piedra enorme, donde  habían raspaduras de piedra y se podía ver una clase de conteo, donde  se encontraban una serie de dibujos.
Retiró  la nieve restante y limpio la piedra, era la cuenta de todas la temporadas que ella pasaba sola, se abrió la desesperación en aquel pingüino por verla,  pero no había marcha atrás.
Al final de la piedra pudo ver un dibujo donde  podía alcanzar a ver  varios óvalos negros acompañados de un óvalo blanco y a  la  derecha de ese dibujo una esfera grande sobre los tallados de piedra, tardó  más de 10 minutos en reaccionar e interpretar  el significado así que corrió hasta donde  había tirado la roca que para sorpresa de él  había caído en aguas muy profundas y tenia que sumergirse forzosamente si quería una oportunidad.
Al entrar en aquella  agua fría pudo sentir  el dolor de sus  uñas que ardían con un dolor incontrolable esto no lo detuvo y siguió nadando, después de unos minutos, el aire  parecía esfumarse dentro de él y las burbujas producto de la  desesperación  emergían  en la superficie,  con el poco tiempo de vida aun así decidió bajar más y no fue así  hasta encontrarse con el chiste que la piedra no estaba  ahí. 
Salió del agua para ver como  el sol ya  estaba en su punto más alto y escuchó a 2 hembras mayores  caminando con un pez en el pico dispuestas a comer, el pingüino al ver más allá de la costa y en un lugar apartado de la comunidad pudo ver a un osezno jugando con la roca, el pingüino al identificar la peligrosidad  de acercarse a un osezno decidió caminar hasta él y teniendo cuidado de no acercarse lo suficientemente para pasar desapercibido y no parecer una  amenaza.
-Oye, amiguito.
~no hubo respuesta del osezno así  que repitió con más fuerza~
-Oye amiguito!.

Cuando el pingüino tomo más  aliento para decir lo mismo por tercera  vez pudo sentir como una fuerza descomunal lo arrojaba por los aires  hacia la nieve y las rocas,  cuando recobró la cordura pudo ver una osa se lanzaba con toda su imponente fuerza hasta el regazo del  mismo despavorido pingüino, la sorprendente fuerza de aquella madre le oprimía  el abdomen con la suficiente fuerza para que el pingüino pudiese respirar, hablar, pero no escapar.
-¿Qué haces aquí?.
~Emergió  la imponente voz de aquel temible           animal.~
El pingüino asustado hizo un gesto de desesperación y no intento responder pues si su hora había llegado quería que todo fuese por una linda obra, miró la piedra abandonada y al osezno escondido detrás de una pila de nieve.
La madre pudo notar la mirada del pingüino y volteó rápidamente hacia la dirección de los ojos del asustado pingüino,  pues pudo ver la piedra y la osa, no ignorante, sabía del ritual de cortejo de los pingüinos y dio cuenta del plan del pingüino, y  le dijo:
-Ya es tarde partieron en la mañana...
Se levantó caminó con dirección a su osezno y con una mínima fuerza arrojó la piedra con su pata hacia donde se encontraba el pingüino con un ojo lleno de nieve una pata sangrante y el escaso aire que existía en su interior, el pingüino tomó  su piedra y caminó.
Aquel amigo plumífero sabía donde era que las hembras estaban  solo era cuestión de caminar hacia el sur en la misma dirección.
Cuando comenzó a caminar  sus dolores iban en aumento y aunque  no tenía heridas de gravedad necesitaba descansar, pero parecía importarle poco pues Rebeca por fin se iba a enterar del admirador, aquel que se sentaba sobre las rocas de una lejana colina para ver como Rebeca miraba los atardeceres de aque recóndito y frío lugar.
Aquel que se desvivía  por sus ojos,  y que para él no había nada más lindo que su sonrisa  por fin había vencido el miedo que lo acomplejaba por más de 15 temporadas las noches  de desvelo ya habían terminado.
Cuando  llegó  a donde estaban  las hembras buscó rápidamente a Rebeca,  y todas las hembras lo miraban de manera incómoda,  pues el era el único macho entre ellas,  caminó buscando a Rebeca por todos los lugares posibles y su cerebro rápidamente reaccionó y  corrió al lugar donde se podía ver la puesta de sol perfectamente.
Y ahí  estaba, aquella linda pinguinita de ojos bonitos,  sentada sobre una piedra observando el atardecer que ofrecía el cielo sobre el lugar,
El pingüino camino hacia ella y Rebeca  no tardo en reconocer  a  aquel pingüino,  vió su cuerpo
Su pata izquierda con algo de sangre,  su ojo lastimado por la nieve y algunos raspones en el vientre el mismo.
El pingüino asustado por la respuesta se acercó a Rebeca y puso frente a sus patas aquella piedra de color azul forzoso con una pequeña concha que parecía un adorno.
Rebeca con sus ojos cristalizados de la emoción dijo en un tono suave, directo y lindo.
-Pense que jamás lo harías, te tardaste mucho...

Piedras bonitas

Existió un momento de su vida en el que no esperaba mucho de los pretendientes que la rodeaban, y cansada de falsas promesas, cerraba  su corazón para no volver a abrirlo durante mucho tiempo, aquella  pingüina de  nombre  Rebeca  caminaba  viendo  como  el invierno regaba  parejas  en los atardeceres de aquel frío lugar, para ver como todas las madres caminaban hacia donde salía el sol, no fué así que siguió sola  hasta  15 temporadas de  emparejamiento después, se veían alrededor de ella  siempre los  mismos pingüinos molestos y sin cerebro pero, había uno,  que ella ,  sin darse  cuenta la miraba  desde las colinas, todas las temporadas de emparejamiento el  se  quedaba viendo  como  ella nadaba  entre aquellas frías  aguas y no podía creer que estaba viendo aquellos hermosos ojos.
Se dice que el cortejo de los pingüinos es  uno de los rituales más hermosos dentro del reino animal pues se caracteriza por la complejidad del mismo.
Cuando un pingüino elije a su pareja este camina por toda la playa buscando la piedra más bonita para entregársela a la hembra, cuando la encuentra  este va a buscar a la hembra y la pone debajo de sus pies,  si la hembra le gusta la piedra  estos se quedarán juntos para toda la vida.
Entonces, ahí estaba, aquel misterioso pingüino  delirando por los ojos de aquella pingüina, el ya estaba  harto de siempre tener que mirarla de lejos y no poder siquiera decir "Hola", sin que los nervios y el miedo se apoderen de las rodillas de aquel pingüino, para moverse y acercase a ella.
Una noche después de observar la boreal decidió caminar por el largo de la playa pues  estaba triste y con la mirada perdida  en la playa de aquel frío lugar, caminó por varias horas hasta que la soledad lo acompañó junto al viento  frío, él,  desolado y cabizbajo recordando la mirada de aquella hermosa pingüina,  puso la mirada en alto al ver su objetivo y decidió ponerle a manos del cielo  el destino de él   y aquella mencionada.
Caminó varios kilómetros hasta que sus uñas comenzaron a sangrar, el rastro de el pingüino se distinguía entre la nieve y las rocas manchadas del líquido rojo que brotaba de sus patas, él, jamás había estado tan cansado hasta que decidió recostarse sobre la nieve, por un largo rato  y después de sentir incomodidad levanto el abdomen para ver la molestia que interrumpía su sueño y era una piedra manchada de color azul forzoso por las profundidades del agua y marcada con una concha del lado derecho, este al ver la suciedad de la piedra corrió hacia el agua para limpiarla retiró  las manchas de suciedad y de la piedra emergió  un azul aun más brillante, el cual hizo recordar al pingüino,  los ojos de Rebeca, seguido de esto se sentó en una piedra y mirando la roca de cerca, recordó el bello plumaje de Rebeca que combinaba con el mismísimo  brillo del sol,  su sonrisa tan grande y linda como las puestas de la luna,  y sus ojos tan cafés y obscuros como la noche profundos como el mar y grandes como el cielo.
En los  pensamientos del solitario pingüino  sabía que las estrellas tenían envidia del brillo de los ojos de Rebeca.
Después de dormitar  entre la nieve del lugar y librando apenas el frío de la madrugada el pingüino despertó  y corrió hacia la comunidad de pingüinos, corrió  tan rápido que se lastimó  la pata contra una roca, pero eso pareció no importarle pues el fin de la búsqueda había terminado.
Entusiasmado, buscando a Rebeca levantó la mirada tiró la piedra y pudo observar como Rebeca caminaba con las demás madres para desaparecer donde se levantaba sol de aquella mañana.