Mi mamá no paraba de regañarme por estar tanto tiempo fuera de la casa ese día y la verdad no me gusta estar en casa, esa noche llegué y mi mamá comenzó a regañarme y a seguirme hasta mi cuarto yo no me había quitado los audífonos hasta que entramos a mi cuarto y me puse frente al espejo y mi reflejo me sonrió, asustado volteo con mi madre rápidamente y me dijo:
-"Hay que salir de aquí"
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