Al fin de estar en esa casa con mis amigos rompí mi promesa de esperarlos y salí de ese incomodo lugar con copas de mas y les dije que me dolía la cabeza y quería algo de aire, mi mentira funciono por que salí de ese lugar con las llaves de mi carro y buscando la cuadra donde lo dejé, pude ver una chica que se quedaba parada a lo lejos viéndome fijamente, la verdad me quede algo pasmado y para hacer mas estúpida esta historia, camine hasta el lugar de la chica y le dije hola y pregunte por su nombre.
por las copas que tena sobre mi, si te digo cual era su nombre, te estaría mintiendo, por que no lo recuerdo, solo se que tras una platica muy larga y nada aburrida me convenció de seguir caminando hasta quedarnos en un callejón de la calle.
-"adelante, dime tu pervertido plan."
le dije en un tono insinuante, quería saber de que era capaz esta mujer.
-"llevarte".
me contesto con una larga sonrisa y dejándome ver sus ojos tan lindos.
-"¿llevarme a donde?"
le conteste tan rápido que solo me dio tiempo de morder mis labios y desatar mi lujuria acercandome mas, la tome de la cintura y la puse contra la pared que nos acobijaba de una gran obscuridad.
-"Te llevaré al infierno"
contesto en un tono burlón, el cual por la hora de la noche no me gusto tanto.
-"Ese motel no lo conozco"
intente seguir con mi broma y no seguir con su humor, por que la verdad no soy del tipo de chicos que hablan de tonterías como eso.
-"Yo soy el Diablo".
me dijo.
-"¿Y si dejas de bromear con eso?"
le dije en el tono aquel con el que le dices a la gente que ya entro el miedo que recorría mis rodillas.
justo cuando dejo de hablar la chica los faros de las siguientes 3 calles, se apagaron de manera casi instantánea a la par de la que ella se reía, no me quedaron ganas de preguntar que ella hacia a las 3 de la mañana en la esquina de una calle tan poco transitada, pero cuentan los que saben que el en Callejón del Diablo, Santa Anita, Ciudad de México, CDMX no es un lugar de risas.
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