sábado, 19 de noviembre de 2016

Ella es Jimena.

México,  año 1901.




Jimena  fué  una joven que conoció  todo el pueblo, éra una mujer  de la vida galante, una mujer que no tenía claro lo que quería y se ahogaba en alcohol días  enteros.
Omitiendo sus errores y su vago sentido de lo que estaba bien y mal, éra una joven hermosa.

Hoy por  hoy  es una mujer de edad, me atrevo a decir  mujer, por que no encontró el amor después  de  ése día.

Ponga oído en  lo que le voy a contar,  ella me contó  y yo lo vi con mis propios ojos.

Ella salió  una noche del bar en el que trabajaba,  un bar de mala muerte el cual era y es conocido como "La Cucaracha"  en la capital.

Cuando ella salía de su trabajo cuando un hombre de negocios paro frente a ella y le pidió  sus servicios,  ella  al ver la hora adecuada, aceptó.
Cuando llegaron al hotel y pasó  lo que tenía  que pasar  ella volvió  a casa  como cualquier otro día, parecía  que entregar su cuerpo por un par de  billetes era normal.
Al día siguiente tras una intensa  resaca  y ver que los vómitos no paraban desde   su despertar, asustada fué con el curandero del pueblo para un remedio casero y sencillo  para la resaca,  el chaman nada tonto notó  un ligero cambio,  y le comento que dejara  el alcohol y su vida como tal pues un retoño del cielo estaba ya dentro de su vientre  y no saldrá hasta después de unos meses.

Ella jamás había sentido la sensación  que el curandero le dijo, y como por arte de magia  la mujer dejó todo lo que ha conocía  para vivir en una choza  cerca  del monte.

Tras los cuidados más logrados  ella caminaba acariciando su vientre al caminar por la plaza pues el cambio que ella tuvo,  fué radical pues el pueblo la señalaba con los peores insultos.

No había nada más lindo que ver a aquella mujer con su vientre.

Aquí la  parte triste de la historia,  pues la mujer tras esperar 9 meses de regla una madrugada a las  6:00 am,   incluso antes de salir el sol, la mujer  estaba en labor de parto y al no ser atendidaa tiempo,  el feto murió.


Cuentan los que saben que la mujer no entristeció, y hoy puedo verla,  pues ella camina por los montes  siguiendo la neblina y buscando el sol.

Ella me contó que pudo ver una luz saliendo de ella y ver a su hijo convertido en un xocoyol.
Desvaneció al ver aquella luz y pudo ver el rostro más lindo que recuerda.
Dijo que pudo ver su hijo volando apuntando y  hacia el monte despidiendo a la mujer para desaparecer en el sol.



*Los xocoyoles según las historias  mexicanas  son niños que mueren al nacer y son entregados a Dios, éste  les pide realizar las lluvias, los rayos y centinelas. *

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