jueves, 10 de noviembre de 2016

La mejor pirata del mundo.

Camino todos los días para llegar a la librería de la que soy dueño,tengo 76 años, mi casa está  a 3 cuadras así que no me cuesta mucho trabajo llegar abro todos los días a las  7 am y cierro a las  9 y cuarto.
Los miércoles definitivamente está cerrado por que  mi amigo viene a jugar ajedrez.

Veía todos los días  en punto de las 7:45 a la misma  mujer  con un niño de 10 años tomados de la mano a llegar a la escuela que se encuentra  a no más de 2 cuadras de mi librería.
El pequeño estaba entusiasmo  todos los días  por llegar a la escuela con su mochila bajo el brazo y con la otra jalando a su mamá  para llegar rápido  y no tener ningún contratiempo.
Los veía desde mi ventana todas las mañanas,  hasta  aquel día, el día en que el niño caminaba cabizbajo  y de la mano de su padre.
Al haber  dejado al niño  en la escuela don Mario padre del niño, amigo mío  de más de 14 años se acercó a mi y me pidió concejos pues la madre del niño tenía  cáncer y estaba en etapa final, cáncer de huesos, me preguntó  que cual era la manera de  decirle  a un niño, que su madre no estaría  para verlo crecer.

Yo sorprendido le dije que no había manera, pero es el deber de los adultos mantener la inocencia de un niño.
Así que le dí varios libros sobre como explicarle a un niño de la partida de un ser querido.
Le dije que no se sintiera mal, la vida es un ciclo y el ciclo nadie lo puede parar.

2 semanas después el hombre regresó para darme los libros, estaba tomado de la mano de su hijo.
Y el niño estaba triste y buscando refugiar su mirada en el suelo.
 El niño notó mi pesada mirada y me preguntó  si yo tenía algún trabajo disponible para él.
 -Para que quieres el trabajo Nicolás?
 -Mi papá  me dijo que mamá estaba en el hospital y quiero ser yo quien compre sus medicinas y una pata de palo! para que ella sea la mejor pirata del mundo!


Volteé rápidamente sobre los ojos de Don Mario y el solo bajó la mirada intentando tragar el nudo que estaba intentando salir a gritos de su boca.

En efecto,  una pierna amputada y varias puntadas era la respuesta.
Le dije a Nicolás que podría pasar hoy mismo a trabajar  saliendo de la escuela, cubriría 1 hora de trabajo  de lunes, martes y jueves.


Un día tras recibir una llamada de Don Mario me dijo que recogiera a  Nicolás  de la escuela y fuera yo quien llevara  a su hijo  con su abuela.


La madre  de Nicolás había fallecido.

Ahora estoy viendo a Nicolás saliendo de su salón veo como levanta su mano saludando y comenzando a correr en mi dirección.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario