sábado, 12 de noviembre de 2016

Si la distancia nos lograra separar.

Cuando leas  esto quiero que estés recostada, deseo verte me lleno de alegría  saber que cuando llegue ahí  estarás esperándome.

Te amo, lo repetiría  un Sin fin de veces,  las que sean  necesarias  para que tú lo entendieras.
Se que fué  una idea muy tonta  el entrar al ejército  durante un conflicto  bélico como éste, pero el deber me llama,  me encantaría  contarte todas las cosas que han pasado.
En primera caminamos  por un prado  muy grande  lleno de lirios y zanahorias, aunque las personas que nos miran caminar con los rifles nos miran aterrados,  quisiera decirles que no pasará nada, pero no se  hablar su idioma,  además, sería una completa mentira.

Los rayos del sol son interrumpidos por grandes nubes negras, producto de alguna explosión, en la lejanía, algunos lugares están completamente incendiados y aldeas  en ruinas  adornan el tétrico camino.

Las lluvias son grandes y espesas,  me pongo histérico cuando no para de llover por más de 5 días, no puedes dormir cómodo.

Un día  caminando,  un compañero piso una mina,  y el teniente  nos  dijo que tuviésemos cuidado, cuando me  acerqué  a  ayudarlo  una  gran lluvia de balas  cubrió todo el  sector  en el que estaba y me tiré al suelo,  cayeron  3 tipos  los demás  se tiraron al suelo  para estar a salvo, combatimos el  fuego enemigo  durante una hora y sentí que fueron semanas,  la desesperación  era inenarrable pues llegué a  contar  26 balas que pasaban a toda velocidad sobre mi cabeza,  abatí 3  tipos  con mi fusil.


Recuerdas lo que dije  una noche antes de venir aquí?
"Si la distancia nos logra separar, recuerda  los 6 años de noviazgo  donde caminábamos por aquel  río tomados de la mano"


Daría lo que fuera por volverte a ver,  le regalaría mi fusil a cualquier tipo,   las botas las tengo  llenas de lodo pero el corazón lo tengo lleno de fe,
La trinchera en la que estoy hay un lugar donde el cielo esta despejado y puedo ver las estrellas, me acuerdo  de ti,me encantaría  correr y  esquivar todas las balas.

Lo único  que sé,  es que no que morir  sin poder besarte  una vez más.



-Eso es todo lo que dice señorita, ayer tras el paso del medio día levantamos  la carta, su prometido  esta  oficialmente  desaparecido en combate, lo lamento.
Explicó  el Teniente Coronel, tras entregar  una medalla conmemorativa.
La señorita se sentó sobre una mecedora fuera de su casa y comenzó  ella sola a leer la carta.


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