lunes, 26 de noviembre de 2018

jueves, 11 de octubre de 2018

La incógnita.

Yo soy ese chico raro con el lápiz en la oreja que te mira y piensa cosas cursis, las escribe una y otra vez y  las vuelve a borrar, las cambia para que no pienses que es un idiota aunque suspira cuando te mira sonreír en una foto.

Ayer por la noche la luna habló conmigo, entre huracán de ideas de como salir del anonimato y llevarte a caminar por un largo rato, ella admitió que te tiene envidia, me dijo que odia cuando tus pupilas brillan más que ella, pero tiene razón, brillas más, brillas mejor.

No se nada de matemáticas, pero estoy pensando seriamente en impresionarte cuando me mires con un libro de baldor bajo el brazo y estoy buscando una calculadora científica con foquitos, para impresionarte y que me mires boquiabierta.

Entonces mi problema es este, para llegar  ala raíz de la cual no me he animado a hablarte necesito encontrar entre mis pensamientos la mejor excusa, si no me confundo entre los signos, con algo de suerte puedo despejar las múltiples respuestas.

Restar cobardía, sumar valentía y multiplicarla por los exponentes, donde la incógnita  de "X" es el mérito del cual no tengo un mensaje tuyo esta noche, el factor común es que como todas las noches estoy viendo tu foto desde aquí, y no tengo ni la más mínima intención para vencer el temor de quedar entre los demás mensajes que están entre los demás changos malolientes, que te rodean.


Me dispongo a decir que si esta noche no te robo una sonrisa, tengo que apartar el primer término, que es una plática corriente, del segundo término que son mis mejores chistes, y dejar de ser un tipo cualquiera que te trata como todos, para que eleves al cuadrado mi miedo cuando me digas que si quieres ir conmigo a buscar el árbol más genial de la semana.

Si tengo algo de suerte puedo contar la cantidad de fracciones en las que me vas a partir cuando por fin escuche como ríes y cierras los ojos, esperando que el denominador no sea tan grande y que el numerador sea mi número de la suerte.


Por que la fuerza con la que me tiemblan las piernas es directamente proporcional a la aceleración con la que me late el pechito cuando hablo  de ti, y entre tantas matemáticas me puede doler la cabeza.

Si quieres podemos dividir la pena, te invito un café o en el mejor de los casos me invitas a salir de mi cueva, te quitas los lentes y sonríes mucho, de esa manera seré un Pepe Lee Pew, y tú el gato que corre por miedo, honestamente estoy aprendiendo a dar la patita y dar vueltas de carro para que me mires con asombro, tengo muchas cosas que escuchar de ti, como tu color favorito, y como es que te gustan los chicos.

Para dejar de ser ese tipo que llega desconocido y empezar por saludar, mi nombre es fácil de recordar, tengo 2 nombres aunque tu puedes llamarme cuando quieras, esta mañana olvide escuchar mi horóscopo y tengo miedo preguntar si quieres salir conmigo.

Espero que no seas ese tipo de chica que las impresionas con cualquier cosa, existen las que piensan que por distinguir ay,hay,ahí ya eres una persona letrada pero no saben que es un diptongo, existen aquellas que dicen que "pueden ser las dos al mismo tiempo" y no saben que es un campo semántico, espero que tus lentes divisen la delgada línea entre sentido común y surrealismo.

Si te puedo impresionar fácil, trabajo, estudio, voy al gimnasio, toco tres instrumentos, vuelo, controlo el clima, puedo ver el futuro y en invierno soy un perfecto abrigo, sólo por si las dudas, si no eres fácil de impresionar, mi parte favorita del libro de "La divina comedia" es cuando Dante describe la puerta del infierno, tengo un bonsái llamado Bongo y me corto el pelo todos los lunes.


En todo caso, con poca prisa, mucho miedo, bajo ego y temblor:

-"Hola"

miércoles, 3 de octubre de 2018

Milbenahá.

De la manera más ridícula, te presento sin prisas el protagonista de esta historia, un vendedor de palomitas del centro, aquel  joven que mira con asombro a los niños jugar y se divierte con los pajarillos de la plaza en un lugar olvidado cerca de la fuente, la gente pasa y el ofrece su mercancía de una manera muy inusual, arroja palomitas a tus pies y los pajarillos hacen su trabajo.

Este hombre había conocido un pastor de ovejas apenas hace unos dias, cuando el hombre con la frente llena de sudor se sentó unas bancas cerca del puesto, el protagonista se acercó sin prisas a saludar, y tuvieron esa platica rara de 20 minutos, interesante y perdida en todo, sin dejar ningún tema afuera, por que era costumbre del vendedor de palomitas tomar un tema y cambiarlo después de 2 minutos.


El hombre quedó fascinado con la manera de platica de nuestro protagonista, y como nuestro secundario tenia prisa, se levantó, se despidió con un fuerte apretón de mano dado a eso, tuvo un nuevo amigo para saludar de reojo cuando caminara por ahi, y al menos levantar la mano cuando caminara cerca de la plaza al lado de la fuente cerca del rincón olvidado donde hay muchos pájaros.

Para no hacer una historia larga y que te cueste trabajo leer sin aburrirte, esta historia esta colocada justo en el momento donde el vendedor de palomitas conoce a la hija del pastor, y se enamora de ella como no lo había hecho nunca, quizá describiendola con las mejores palabras que había aprendido leyendo el diccionario.

Podía perderse en detalles cuando mencionaba a aquella mujer con manos de algodon, mejillas de nube ojos de cielo y sonrisa de angel, era más fácil de describir por las noches por que la Luna le ayudaba a decir cosas cursis y palabras ridículas de amor.

El Pastor nada tonto noto que aquel vendedor de  palomitas, estaba enamorado de su hija, y convenció al joven a buscar la zanahoria más grande que haya visto, y la trajera hasta el patio trasero de la casa del pastor, y el mismo cedería a su hija, con el permiso de casarse.


Hombre oportunista, que sabía la dirección del éxito, señor con canas de sabiduría y ojos de fiera, al lado estaba el vendedor de palomitas que sin pensar mucho tiempo sabía a donde ir, a la tierra de gigantes  cerca de la mina de los enanos llevando un puerco y hacer un trueque entre mercantes, regresar victorioso.

Y así fue, yo lo soñé y es por eso que cuento la historia de inicio a cola como si la hubiera visto ayer en la tv, la historia tiene muchos disparates quizá los más graciosos es que tuvo un grillo el cual se hizo su amigo y caminaron hasta aquel pueblo de gigantes, el grillo sabía hablar en Dileneté lengua de los gigantes, llevaban con una cuerda al puerquito en cuestión, cerró una noche de lunes su puesto de palomitas que estaba en un rincón olvidado cerca de la fuente donde hay muchos pájaros y ahora la aventura los abrazaba.

Esta historia es tan trillada que tiene los mismos malvados, los mismos peligros  de toda película infantil y también la escena donde cantan y bailan alrededor de una hoguera, lo diferente es el final, por que el final de esta historia es algo, un poco, pero no mucho, y sin exagerar, rozando la palabra "raro".


Pues el chico sabía que el regresar faltaría solo enamorar a aquella linda niña, el cual sólo su nombre era más bonito que su mirada, sólo tenia que enseñarle los dibujos que hizo para ella y mostrarle algunos cantos que escribió para ella en dueto con la Luna y nubes como publico, regalarle todas las flores que el planto en su huerto todos los domingos, y ahora tenia claveles para lunes, margaritas para martes, orquídeas para miércoles, girasoles para jueves y para todo el fin de semana rosas de colores excéntricos.


Su jardín era un Arsenal de amor, y el sólo tenia que enseñarle que era verdad, pero la felicidad y la victoria no esta entre estas líneas y tampoco los finales felices.

Pues, la tarde que llego, después de caminar y tener un duelo de caballeros, nadar feroces rios, pelear con tigres y perder a su amigo el grillo a manos de una gran araña, sólo tenia que terminar la misión, y es aquí cuando las nubes se posan en el cielo y se hace oscura la semana.

Ella ya estaba enamorada del bufón del castillo, un tipo estúpido con cascabeles en un gorro estúpido con vestimenta estúpida y manos estupidas, era un estupido, pero aquel estúpido tenia el amor que el vendedor de palomitas no tenia.

El secreto del bufón no era más que saber de memoria el chiste del gatito, el cual era el favorito de la hija del pastor, encajaba en la familia, la hacia reír hasta tener calambres en la barriga y ganaba siempre en el juego del cacahuate. De ahí en fuera no tenia nada interesante que ofrecer más que un chiste nuevo, y ella estaba fascinada.

Así que ese es tu alegórico final, el durmió al lado de un gorro de cascabeles todas las noches tratando de aprender el chiste del gatito, murió loco con el cabello largo y con barba sucia, con el mismo par de calcetines y recordando a su amigo el grillo del cual aprendió a decir algunas cosas en Dileneté, la última palabra del grillo fue  -"Milbenahá"  que significa te veo mañana, y la cual nunca aprendió a decir por que era un calabre seguro en la lengua.

Nunca se volvió a abrir el puesto, ya no era olvidado, por que la gente pasaba por ahí buscando platicar con el vendedor y no estaba,  de la fuente dejó de brotar agua, desapareció manos del tiempo, y ya no había pájaros.

jueves, 27 de septiembre de 2018

En el camino.

Estaba sentado en las faldas de la catrina, sentado con mi cabeza en sus rodillas, ella me decía que si la acompañaba al campo santo no tendría por qué volver a toparme con los problemas, que se quedarían aquí y ellos no me seguirían, me daba la opción y la observación de ponerme una soga en el cuello como un lindo collar eterno.

Que no tendría que preocuparme por levantarme temprano nunca más, que sería una buena idea después de todo, en la única de las peores épocas ella me explicaba que no tendría ningún dolor al pasar al otro extremo de la luz, y que tal vez dolería un poquito pero ese dolor no sería eterno y desaparecería en segundos.

Ella me pedía que tocara un huapango lento en mi guitarra, por que tenia ganas de cantar, tenia ganas de escuchar a los perros maullar de miedo y que la luna estaba en el punto perfecto para que yo le diera un tono en LA Menor, le explicaba que estabas tan dentro de mi que no intentaba sacarte por que honestamente no sabia como, tampoco tenia ganas de hacerlo, pues en mi cabeza aun rondaban recuerdos que tal vez para ella solo eran cosas tontas y cursis de una noche, tal vez conmigo solo perdio su tiempo y el culpable era yo.


La huesuda se reía antes de consolarme, me decía que no entendería jamás a las mujeres, y que tampoco intentara  hacerlo, me regalo una botella de tequila, con una etiqueta que decía "te perdono el mal que me haces por lo bien que me haces sentir", y no sabía si el amor era alguna categoría de ebriedad, pero había encontrado la cura perfecta.

La mujer de hueso preguntó si tu cabello era lindo, y le respondí que era el más hermoso del mundo, en tono de burla me dijo que a ti no te importaba en lo más mínimo saberlo de mi, que mis halagos para ti eran tonterías, cualquier palabra mía intrascendente y era por eso que no estabas aquí, seguía burlándose y antes de siquiera poder convencerla.

Deje el descanso y abrí la platica, para acortar camino, Citando textual mente su boca, me resumió  con un "te quiero mucho" y me menciono sin ánimos de lindura que solo era un simple recuerdo, y ese, era el punto por el cual no temía ganas de levantar el menton, y de eso se tenía que aprovechar para llevarme aquella mujer,


Me mando al carajo y ella honestamente me acompaño, no lo dudo ni siquiera pregunto a donde íbamos solo se acerco a mi cuando reposaba cabizbajo, y empezó a hacerme platica. "Un simple recuerdo"; me pasaron por la mente mil y un escenarios donde te abrace sin pensarme en esta situación.


La flaca me miraba y luego se reía al verme triste, me decía que no era un hombre, que cuando lloraba solo lo admitía, y ella se revolcaba en la alegría, cuando saliste por la puerta dejaste mis nervios y miedos al lado de las llaves, no dejaste ningún número de emergencia, tal parece que yo no necesito un instructivo para saber como reír, respirar tu aliento los domingos para poder andar tranquilo por la vida.


Un par de nahuales, se preguntaban entre murmullos por que era que caminaba con ella, y como es que hablábamos como si fueremos amigos de toda la vida, y la verdad es que ella se portaba linda solo por una razón la cual estoy aburrido de decir, pues ya lo leíste muchas veces.

Siendo honesto el mapa tenia unas manchas de café de tus descuidos en una noche de geografia y era por eso que no estaban bien definidos los lugares,aquella mencionada no se detenía ni siquiera para tomar agua y tampoco tenia la intención, así que decidi voltear y decirle que su compañía era buena, pero que no iba a ceder, perdía su tiempo haciendome platica y portándose linda.

Se erizo mi piel cuando me miro y me dijo que me estaría esperando, que faltaba un  rato, pero que cuando la mirara otra vez sería solo para caminar conmigo al mictlan, me encargo mi guitarra y siguió a la derecha después de insistir, tenia una cita, al la cual no sabía si asistir.


Y es que cuando mi chica se marchó tal vez no le gustaban los tipos como yo,  tal vez  no le gustaban los zurdos, y no la culpo, somos adictos a hacer las cosas al revés, tal vez odiaba mis lunares, pues no eran lindos y tampoco tenían una forma chistosa, quizá mis ojos son demasiado pequeños y a ella le gustan expresivos, quizá mi pubertad no me regaló, barba y era por eso que ella se había ido, en alguno de los mejores escenarios, tal vez, quiza, a lo mejor, en una suposición,  en el argumento válido o en la estrategia perdida, a ella no le gustaba el sabor de mi sazon, y buscaba alguien con dotes de chef, tal vez no le gustan los chicos de 1.76 y le gustan los de 1.77 o 1.75,pero no los del 76, tal vez no le gustaban mis chistes tontos y se aburrió de reír por compromiso, quizá mi voz no le gustaba y apenas me ponía atencion, quizá me sudaban las manos cuando la tomaba al caminar, o tal vez se aburrió de mi forma de reir, estoy más que seguro que odiaba mi manera de verla cuando saliamos,  quien quita y no le gustaba un tipo cursi y prefiere a los tipos rudos, por que si ese es el caso puedo dejar de tocar mi guitarra y ponerme un parche de pirata en el ojo y en cada sorpresa o disparate decir -"arg" en gesto de rudeza, quizá puedo golpear un cachorrito para demostrar que no me importa nada, aunque me duela el alma, a ella le gusta que le canten bonito y yo no se hacer eso.

Para ciencia cierta me cautivaron tus piernas, me enamoré de tu sonrisa y creo que tu nariz fue mi lugar de sepulcro, entonces tenia más problemas en el bolsillo de lo que podía sostener mi cinturon, ahora solo era cuestión de esperar, si mi día había llegado o si en alguna ocasion un suspiro tuyo llevase mi nombre.

domingo, 9 de septiembre de 2018

Por una cita contigo.


Y me quedé esa noche ahí, viéndote, como si fuere un acosador detrás de los árboles y tú en un columpio con tus colitas y listones.

Bastante gracioso, desde mi cama, te veía como lo más genial del mundo, ahí con tu cara y tu mirada, y solo me limitaba a mirar por que nunca fui como esos tipos guapos del salón, así que no te ibas a fijar en un tipo como yo, peinado raro y piel morena. Mucho menos tenía esa esencia del chico buena onda de la tercera fila, encabezando el grupo, cayéndole bien a medio mundo solo por un chiste, no tenía la misma gracia que los demás, y era un perfecto desperfecto.

Cuantas noches caminaste con ganas de ir a ningún lugar y solo caminar, platicar de cómo te caíste de la bici cuando eras menor, y cuantas noches yo estuve en la situación idónea para comprarte un helado y reír contigo del porque tu mamá no te dejó salir una noche de sábado con tus amigos porque era tarde sin apenas oscurecer.

Tenía las historias perfectas para llegar a decirte que no tengo otro lugar donde estar, y que solo mi guitarra pudo escuchar cómo te dedique un par de letras, ¿suena estúpido no es cierto?, eso de tener una extraña fijación en alguien que en la vida le has dicho hola y que nunca a pasado frente a ti despidiendo su perfume o su simple sudor una tarde de caminata.

Por eso es que esta noche te escribo, desde aquí desde la comodidad de la banqueta de mi casa, quieres que te intente lugar y te tire la onda como todos los demás idiotas con faltas de ortografía, esta bien, intentaré sobre salir con algo de labia vulgar.


Muy buenas noches señorita, mis más cordiales saludos, espero que tengas esta noche un pequeño espacio entre tu atareada agenda y que antes de ir a dormir este mensaje no se quede sin contestar, te deseo la mejor de las noches con miedo del que dirá tu novio de mi, y si es que no tienes me presento como el pretendiente número uno, llevo en la sala de espera un par de minutos más de la cuenta y honestamente debo aclarar que su servicio al cliente es una bola de popo, así que le puse algunos comentarios en la caja de sugerencias, mire la hora y apenas me logra brindar atención, debería cambiar la manera de verme porque esa cara de molestia no me sienta nada bien, tengo más de una hora sentado y mi pierna izquierda se fue a dormir hace 20 minutos, estoy parado aquí con la suficiente fuerza para un reclamo.

Vengo a agendar una cita con usted el próximo sábado a las 7:30, espero que me atienda mejor ese día, y que la película, no me distraiga tanto porque quiero verla a usted, de todas maneras los nachos son míos y usted se puede quedar con el hotdog, pelearé a muerte con usted por la última palomita de caramelo así que le sugiero que afile su hacha de mano, si su cabello se esponja por las lluvias prometo llevar un cepillo, y me tapare los ojos cada que quiera hurgar en su nariz, no tengo problemas con su hipo si usted promete no verme como un chico cualquiera, la película comienza a las 8:10 así que si me acepta ir a caminar tengo más cosas que contarle, solo por la duda, me niego a dejarla ir sola a casa, mi auto está en la agencia, y no lo puedo sacar porque me falta pagarlo, así que buscaré un taxi uno con la radio en su estación favorita, si planea darme la vuelta después de esta cita, planeo dar en adopción este sentimiento de amor que ahora vivirá sólo en una casa de asistencia gracias a su    desordenada manera de cerrarle la puerta a Cupido.

Espero que eso viva en su consciencia si decide marcharse y no abrir mis mensajes la mañana siguiente, tengo unas dudas, solo para empezar con el cuestionario, le gusta el café por la mañana, o usted odia el mal aliento después de tres cucharadas de café, ese perfil es gracias a un cirugía o tengo que darle mis respetos al chef, su cabello es así todo el tiempo o no lo es, esta lindísima con ese pantalón, no me malinterprete el comentario, mi mirada no bajo más allá de su lumbar, no estoy siendo grosero porque a una cachetada no me quiero arriesgar, le dejaré aquí mi petición de cita espero que le guste y si no solo dígame que está esperando a su príncipe azul, le recomiendo esperarlo conmigo, porque corre la casualidad, que lo tengo atado y no llegará en los próximos años, si es así tal vez yo sea el sapo que debe besar, quien quita usted conmigo se ha de casar, espero que le guste mi insinuación, y mi coqueteo porque si no es así estoy haciendo el ridículo tratando de ligar.

Nunca tuve suerte cuando me acerque con flores a alguien y pedirle bailar conmigo, dígame que sabe quién es Chopin o mejor quien es el compositor Yiruma, si me dice el nombre de los 5 trompetistas de la banda el recodo, no tengo nada que hacer aquí.

Dime si existe alguien que te mueve el tapete y dime si tu ex aun te pone el estomago blandito, quien quita los conozco y así los puedo atar en algún árbol a las afueras de la ciudad, Si es que no pudiera conseguir tu número de teléfono y contarte mis historias después de escuchar tus mejores chistes, platicaremos de cuánto tiempo gastas en atar tus zapatos y cuanto tardas sin cerrar las pestañas, dime si te gusta reír y te contaré como me caí, arroja tu mejor golpe diciendo que puedes contar después del 49 y yo te tratare de impresionar diciendo que ya puedo atar mis agujetas solito.


Quítate los lentes y no me mires tanto a los ojos, quítate los calcetines, porque esta noche vamos a correr descalzos saltando rayitas, estamos perdiendo tiempo cada que dudas, si seré una buena persona, o si seré un acosador, deja de pensar que dirá la gente de nosotros, porque estamos locos, estamos hablando de sentir una nube en la rodilla, y estamos pensando cual de los dos es mejor en piedra, papel o tijera.

Saca esa duda de la cabeza, de ver quién es más alto, y párate sobre la banqueta para seguir siendo más pequeña que yo, me presento mi nombre es Johan, me llaman romeo, y aunque mido 1.76 aún sigo siendo pequeño.

Disculpa si te hablo con demasiada seguridad, pero es ahora o nunca.



jueves, 6 de septiembre de 2018

El tercer vaso.

En un conocido bar  del centro, estaba sentado algún protagonista de una historia no tan trillada, del tipo de historias que raramente ves en un cómic y de las cuales las historias de novela siempre saltan por no tener una buena trama, el protagonista con menos porte que los demás y el bar más olvidado del mundo, este hombre brindaba por un  amor el cual había partido ayer por la mañana 

con la pierna en el banco y el codo en la barra, cabizbajo este hombre no tenía ni la mejor intención de sonreir, tal parecía que la historia de aquel hombre tenía muchos suspiros que sacarme, de igual manera decidí sólo verlo, sus ojos llorosos, relataban su dolor y la botella que estaba en la barra esa su único consuelo, la música triste del bar no ayudaba mucho a sus comisuras a seguir bajando como las de un niño, cuando una mujer de la vida galante se le acercaba, sólo se limitaba a mirarla y levantar la mano en gesto de negatividad. 

si tan sólo pudiera saber el motivo de su presencia en este lugar, dejaría de estar observandolo con descaro y morbo, quizá el estaba tan enfocado en olvidar el amor que tuvo en noviembre. 
a fin de cuentas me acerqué y compre algunos cacahuates, algunos limones y pedí un vaso al cantinero. 

compañero no me diga si nombre, no planeo molestarle, tampoco me dirijo a usted con hambre de chisme, pero me gustaría saber si su historia es igual a la mía por el hecho de estar aquí, esta parte de bar es la más obscura, y usted no debería rodearse en este lugar. 

al cabo de una platica con el, el nivel de la botella estaba disminuyendo, y el hombre comenzaba a relajarse, explicó sus penas y no pude estar más equivocado. 
explicó después de unas cuantas copas, que su vida amorosa estuvo bien, que si vestía de traje no era por que fuere un gran ejecutivo, que tal vez todas las veces donde el cantinero le decía licenciado era solo para invitarme más limones o después de pedirle alguna servilleta. 

simplemente era un hombre normal, tratando de ahogar las penas con alcohol, quien diría que llegue a pensar que intentaba ahogar las mariposas, sin embargo no era asi. 

le lloraba a la  mujer que lo cargo de niño aquella que lo vio crecer, pues está tarde le había tocado verle acostada en un lugar no tan común, quizá su última cama y el más largo sueño, el tocaba sus dedos apenas unas horas atrás, como cuando era niño esperando despertarla tocando su mano, pero no funcionó.

Aquel ángel de piel longeva no despertaría una vez más para levantarlo temprano por la mañana ni mucho menos le platicaria de como fue su día.

Me sentí estúpido, por mil y un razones, yo estaba sentado en la esquina del bar, mi única compañía era el charco en una botella de tequila y un par de limones, llorando por mi exnovia. 

Aunque te lo cuento como si hubiese sido esta noche, fue ayer, y estoy tan seguro que tampoco esperabas esto, hoy estoy sentado en el borde del sofá, sosteniendo un periódico de prensa rosa, de los mismos que ponen textos ridículos para llamar la atención, y él encabeza la portada, pues un suicidio estaba entre las primeras líneas del mañanero.

La contra parte es que nunca le pregunté su nombre, y cuando intente pagar la cuenta cuando me dijo adiós, menciono que el pagaría todo, aunque intente no dejar la cuenta en su espalda, sus manos extendieron un billete grande que cubría mi mesa, las bebidas y una buena propina al cantinero.

Se llamaba Luis, puedo decir que se "llamaba", por que en este momento no respira, pero su historia me toca el pecho, lo único que puedo decir, es que la dama de negro estaba  brindando con nosotros, lista para llevarlo al campo santo, y ninguno la vio. 

Señorita Soledad.

Soledad, Se que no te duele, también que no te importa, pero ven y sientate a mi lado, quiero mostrarte mi cicatriz de noviembre, nunca antes habías visto algo así, te sugiero que no la veas tan de cerca.

Mi luz interior, ese espíritu de búsqueda murió en el momento en el que te la vi llegar, algo cambió, algo pasó, no me di cuenta muy bien cuando pasó, pero se que me dolió en el alma cuando ya no estabas.

Partio aquella mañana sin habla y sin ganas de dejar un recado a donde iria exactamente, solo me quedo el recuerdo y me quedaron las ganas de reír con ella una vez más, ya no tendría sus pies fríos entre los míos, y era exactamente eso lo que me dolía.


Señorita soledad, que bueno que llega póngase cómoda y perdón por los calcetines que deje en mi sala, en un momento los muevo pero su cena esta lista, se que le gusta la verdura con mantequilla, y la verdad no soy un buen cocinero pero estoy seguro que esto le encantará, deje al lado la vanidad y retire sus tacones, le invito a caminar sin ellos.

Le quiero contar muchas cosas, entre muchos de los temas esta el de mi amada, ella partio y creo que tendré que besarte todas las noches a ti, a costa de poder olvidarla, me gustaría poder iniciar esta platica con su nombre, pues ella es mi tema favorito, y honestamente también lo único que lo que se hablar.

Creo que después todo, la aburrí, eso de escribirle cartas le aburrió y supongo que ese era el motivo por el cual estaba muy emocionada por marcharse, y también creo que su sonrisa hace mucho tiempo ya no me pertenecía, pues, como tu sabes me pierdo en los detalles y las últimas dos ocasiones en que la mire, ella no sonrió en gesto de emoción al verme, se limitó a decir hola y seguir la conversación con una aburrida pregunta de - "Como estas", tampoco me abrazo y es por eso que me aflijio verla.

Después de todo mis chistes tontos ya no caían en su gracia y mi guitarra ya no la hacía ponerse roja, mientras tanto mi forma de hablarle de amor la conocía de memoria y era por eso su urgencia de irse,  tal vez mis flores ya no tenían ese mismo perfume que la enamoro alguna vez.

Cuántas cosas cambiaron en mi para repararlas, me gustaría convertirme en lo que a ella más le gusta para almenos tener su atención, esa parte de su canción favorita, exactamente esa la cual le pone la piel chinita, me gustaría ser su olor favorito, o el enunciado que más le gusta de su libro favorito, tal vez podrías ayudarme a conseguir una bruja la cual me convierta en su par de calcetines favorito, o la almohada que ella abraza cuando duerme, pregunta si el costo es más caro si me convierte en un lunar de ella.

Tal vez si aprendo a volar le voy a gustar otra vez, señorita soledad dame ideas y dime como le gustan los chicos a ella, dime si es que le gustan enormes y fuertes, o si le gustan flacos y altos, o bien dime cuantos golpes en la cabeza me tengo que dar para quedar igual de estúpido como los que le gustan, si la vuelvo a ver necesito un nuevo perfume, necesito los mejores zapatos del mundo, tal vez necesito la mejor camisa, y mi peinado debe de ser perfecto, ella debe saber que el cinto lo tarde en escoger y convina con mis zapatos.

Si se da cuenta que estoy nervioso no podre dejar de temblar, necesito el mejor libro para mantener la calma, y si estoy muy feliz de verla al punto de querer gritar necesito una cinta adhesiva muy fuerte, no la quiero asustar, soledad dime si ella usará tacones para vestirme formal, dime que corbata escojo por que ella usará su sonrisa otra vez, dime si me pongo calcetines negros o si me pongo más desodorante.

Mi barbilla esta perfectamente rasurada y mi tiempo es el indicado para poder llegar temprano a su casa, mis ahorros son los indicados para llevarla a su restaurante favorito y comprar sus alitas favoritas solo quiero saber si ella puede dar un beso o quizás dos, uno para aquí, y otro para llevar, si me regala un abrazo estaría mucho mejor, uno que dure por la eternidad.

Solo existe un pequeño detalle, que no me vuelva a recordar que no piensa en mi, que la deje ir, que esta mejor sin mi.

Señor Dragón.

Buenas tardes señor dragon, disculpe la hora en la que me vengo a presentar, yo se que su estómago ruge por estas horas y que el aperitivo para abrir el apetito esta servido en su mesa, después de todo se levantó esta mañana con dolor de cabeza.

Honestamente dudo que  intente hacerme daño, mire, después de esto, estoy seguro que me comerá vivo, y que el pollo frito, ese que su esposa prepara, lo olvidara, y comenzará conmigo.

Escupira algo de fuego y con suerte lograré esconderme en alguna roca, si pudiese bajar su furia, me permitiría dejar de temblar, pues tengo veinte años y aún estoy como niño, buscando esconderme, pero no lo haré, por que tarde alrededor de siete largos y tardado meses para pararme frente a usted y rogar una oportunidad con su hija.

Se que desaprueba la relación, y también se que me odia por que piensa que no soy un caballero con ella, pero le aseguro que no es así, y que esta más alejado de la realidad de lo que piensa, por que estoy dominado y arrodillado frente a ella gracias a la sonrisa que ella carga entre las mejillas.

Busque entre mis bolsas y vea que mis intenciones de hacer reír a su hija las compre por toneladas, aunque siendo sincero aún debo el noventa por ciento de la luna, la cual No me la darán hasta que pague el setenta y cinco, y honestamente di los ahorros de mi vida en el cinco por ciento, el otro cinco lo tuve que buscar en casas de préstamo.

Se que tiene acostumbrada a su hija a vivir como reina y déjeme decirle que nunca la he bajado de ese peldaño, ella es mi adoración y escojo las flores más bonitas solo para ella, sus flores favoritas son las rosas, aunque me gusta buscar girasoles, he terminado espinado por estar de travieso en la florería.

Las locuras que hice por ella son más grandes que las que he podido hacer alguna vez, que si bien se que estoy loco ella, me hace feliz.

Usted a criado, educado y convertido a una niña en una mujer, una dama, de esas de las que no se encuentran una tarde de domingo que vas a la tienda por jugos y chucherías,  de esas que cruzan la esquina y te miran a los ojos.

No le miento la primera vez que la vi, aquella mujer de cabello suelto, corta altura y vans, estaba muy lejos de mi alcance, sentí que a esos labios tipos como yo no llegamos, y me convertí en una lagartija que miraba al cielo, ella como una nube y yo al ras de suelo sobre una piedra con el sol en la espalda y ella volando y bailando al ritmo del viento.

Se que estoy enamorado desde el momento en el que le confíezo que yo no profeso ninguna religión, pero me he llegado a arrodillar y pedirle a él, que vive allá arriba - "Nunca te pido nada, y siendo sincero me siento hipócrita, pero esto no es para mi, es para ella, solo te pido que la cuides mucho", y para ser honesto no se como rezar, no se que decir pero cada que se enferma no me siento cómodo estando yo acostado y sabiendo que ella la está pasando mal.


Tengo un par de secuaces los cuales me ayudan a tratar de conquistar a tu hija, una guitarra vieja, mis cartas y un sinfín de chistes tontos. Nos ponemos de acuerdo cada miércoles a las 9 de la noche, cuando la luna se posa en lo más alto y me dice que está lista para escuchar la lluvia de ideas, ella y mi almohada son mi publico a la hora de cantar mis canciones, a la hora de escribir y sobre todo para ayudarme a inventar cosas nuevas.


Señor Dragón que bueno que se sienta y a bajado su nervio, honestamente no quería llegar a casa sin una pierna y con mis prendas hechas trizas, usted está acostumbrado a ver idiotas tras sus hijas, pero le juro que yo tengo una misión y es verla reír, hacerla sentir fuerte y segura de si misma, si ella duda alguna vez la culpa será mía por no haberla animado a hacerlo.


Quizá los esqueletos que reposan en su sala de estar, bajo su TV, son los mismos que han intentado caer en su gracia, pero aún le digo rogando que me deje hablar, quizá me faltan más de mil cosas para poder llevarme a su hija a pasear, pero estoy ahorrando por un caballo,  bien se que todos lo que la invitan a salir son mucho más apuestos, pero le aseguro que ninguno la quiere como yo, que si bien, yo vengo a pie desde la cima de aquella colina donde esta el paradero de mi casa, a ella la llevo a donde sea que ella quiera.

Corte un par de manzanas para que ella pudiera caminar  conmigo, y cuando ella quiere eructar, me tapo los oídos fuerte fuerte, ella es la magia de la vida, usted no escatimó en buscar los colores mas bonitos para su piel, y puedo adivinar que aquel cabello largo que ella tiene su esposa lo peino durante muchas noches, si la reina de hielo me mira aquí, me dara las buenas noches mientras me cierra la puerta en la cara.

De cualquier manera yo le pido una oportunidad, si esta noche, usted deja ir a su hija a los columpios, por que le escribí una canción y me gustaría cantarle lo que siento, si de alguna manera usted me pide que no vuelva a verla, me veré en la penosa necesidad de verla todas las tardes cuando usted tome su siesta después del café.

La robare cuando usted camine al mercado y algún día me casare con ella en la iglesia más grande del pueblo, mientras tanto, aquí estaré, escribiendole cosas detrás de estas rocas, convenciendola, tratando que ahuyentar a los chicos con caballo y aquellos que tengan mejores chistes que los míos, le pido una disculpa, pero la quiero en mi vida.

Con el temor del mundo en la mano, le habló, el hijo del sastre.

domingo, 26 de agosto de 2018

Caracolito.

Entre las típicas historias de desamor, podrías esta tarde sentarte a leer, aquella historia ficticia que no tiene personajes reales, y que las aventuras y cosas que pasan en la vida real solo se quedan ahí, en esta no, pues tal vez ya habías escuchado algo así pero con príncipes o actores de novela, y Esta es la historia de un caracol que caminaba a casa después de una gran jornada de 10 horas, recordó que olvidó las llaves de la puerta principal y se quedó fuera viendo como la oscuridad mitigaba él último rayo de sol, buscando entre la brisa del viento aquella sonrisa que lo hizo volar en más de una ocasión.

Aunque su antigua enamorada, estaba bien, el se sentaba todas las noches a preguntarle a las nubes si ella había tenido un buen día, si acaso utilizo los cubiertos antes de ir a dormir y si su cepillo estaba de vuelta en el vaso al lado del grifo.

Pero no, las nubes seguían volando, en gesto de apatía y egoísmo de información, no tenía ni la más mínima intención de seguir su platica y el tenía que quedarse con la duda una noche más, de su maletin, sacó un pequeño cigarro, aquel que estaba apunto de convertirse en una bacha agria, el mismo que uso después del almuerzo para olvidarse del mal olor, saco el encendedor y tras aspirar aquel humo maldito y tóxico, recordó la mirada más linda y tierna, buscando entre los recuerdos las veces que ellos corrían por las calles tratando de ocultarse en la oscuridad y besarse.


Su nombre y su cara se formaban con el humo que salía de su boca, y la duda estaba ahí, dando vueltas por su cabeza la incertidumbre estaba haciendo un huracan en su cabeza, eso de informarce si ella pensaba en el como el en ella todo el tiempo, era una cuestión de amor y estaba muy lejos de tratar invadir su privacidad.

Sus amigos, aquellos compañeros de bar, le platicaban que ella estaba bien, que desde el último viernes que la vieron con el se mira más bonita y que nunca la habían visto reír tanto como hace unas noches cuando mencionaron el nombre de aquel tipo que entrelaza sus dedos con ella desde hace unas noches acá.

cuando le mencionaron el nombre del caracolito casi pregunta por quien era el, llamale tonto pero se escuchaba feliz.

El caracol tenía que fingir que no le importaba, y que eso de saber que ella estaba bien, el también podía estarlo, mintiendose a gritos, mientras en la oscuridad de su habitación, cerca de la lámpara de noche le escribia canciones y formaban parte de aquellas cartas que jamás iba a leer, en un listado negro carecían de sentido pues el destinatario no las iba a abrir jamás, puesto que el correo las devolvió por falta de estampillas, por que aquella tarde de jueves el señor de la mercería, no tenía en su inventario.

Era ese tipo de casualidades las cuales la gente no nota cuando aparecen, son simples y no son tan relevantes, es raro, tan raro como ese tipo de personas que se alejan de todos y luego se preguntan por que están solos.

Luego de ver como se terminaba su cigarro, se vio envuelto en dudas, como esas que te invaden las tardes de domingo, tal cual sería su vida.


Como es que ella podía estar bien y una pregunta mejor como es que el no podía sentirse mejor consigo mismo y por que maldita razón olvidaba los consejos de sus amigos cuando el alcohol llenaba su vacío estomacal, como era que ella no podía ver que el estaba en medio de una muerte lenta y dolorosa, y su verdugo, el tiempo, estaba haciendo de las suyas con una hacha de un filo, la cual había pasado la tarde del martes afilandola con mucha alegría y entusiasmo solo para aquel infeliz caracol.


Observo por un momento su maletin, y vio aquel cigarro que ella había fumado apenas unas noches atrás en la misma cajetilla, aún tenía su labial, el vicio y la búsqueda desesperada por algo de paz, estaba forzando a tomar aquel último cigarrillo, pero se rehusó.

Aquel labial color carmesí, estaba marcado entre la colilla de aquel cigarro a medio usar, y aún estaba puesto en la mentalidad que no lo terminaría, terminaría guardandolo en aquella caja de color azul que usa para guardar recuerdos que asimilan buenos días.

Ya estaba entre la espada y la pared, entre una catana y el muro de berlín, entre tanto suspiro sus pulmones se iban a terminar y de tantas preguntas su cabeza seguro que iba a explotar, repudio aquella noche donde no pudo besarla más veces, y si, necesitaba su cuerpo, pero no para ningún acto con morbo, solo la necesidad de un beso y dormir juntos estaba causando un largo rato de malos pensamientos.

Una cosa era clara, el ya había desaparecido de la cabeza de aquella caracol, y sin embargo, nuestro protagonista aún estaba en mucha desventaja, cuando peleaba contra sus impulsos de pensar cosas bonitas al lado de ella, hablamos de que ya no podia caminar frente a un lugar de vestidos de novia, por que no podía evitar poder imaginarla a ella, buscando entre los maniquí, el mejor moño cuando llegasen a casarse.

Esos sueños, ahora estaban tan lejos, que sólo los suspiros quedaban, no tenía buena suerte, no tenía ni siquiera alguna coincidencia en su horóscopo el cual dijera "hoy el amor de tu vida vencerá su convicción y te llamara antes de dormir", puesto que ya sabía que antes de ir a dormir, buscaría su olor, y no lo encontraría, revisaría por última vez su teléfono en busca de un mensaje, y no lo vería.

Justo antes de perder la ilusión, recordó aquella vez que bailaban en calcetines por la habitacion, mirando al cielo con nudo en garganta de pregunto si esta noche también ella estaba recordando lo mismo o si su atención estaría centrada en el teclado de alguna conversación con algún don Juan, perdiéndose entre las platicas aburridas y monótonas, de esas que después de unos cuantos saludos cordiales, la pregunta
- "y que haces?"

Haciendo presencia de ignorancia y de no saber de que platicar con alguien a quien no domina su mente, por que puedes hacerle una pregunta cualquiera, y ella está en toda la libertad de responderte y hacerte platicar hasta que no exista aliento en tu interior.

Ella es perfecta, ella es un ángel, ella me pidió un tiempo, ella está con alguien más, ella ya no sonríe solo para el caracol.

domingo, 19 de agosto de 2018

Un hombre para ti.



Cuando te fuiste, mencionaste que parecía un niño a pesar de tener mi mayoría de edad, y está bien, lo reflexione mucho y llegue a la conclusión y saber que tienes razón, me puso a pensar.


Fue ahí que decidí ponerme al corriente con mi vida,  necesitas un hombre, y no un tipo como yo, te miras lindísima con él, te lo aseguro.

Me dispuse a cambiar, ya deje mis malos hábitos atrás, te aseguro que no tendrás que ponerte en el campo de batalla con ellos alguna próxima ocasión, solo si pasas delante de mi notarás que me puse algo de loción, y que la camisa está perfectamente planchada, mis rodillas no están sucias y cambie mis tenis de rayitas por unos zapatos casuales.

Dentro de la desesperación comencé con cosas sencillas, por ejemplo los chistes tontos los hice a un lado, y comencé a comer  con cubiertos, dejé al lado mis juguetes y desde ayer ya tengo un nuevo cepillo para mi rebelde cabello, tengo un par de camisas nuevas, tire las que tienen súper héroes y ahora mi ropa interior ya no es de dinosaurios.


Quizá lo más difícil que pude hacer fue decirle adiós a mi amigo imaginario, después de decir la contraseña me senté con él en el fuerte de cobijas y cojines, tuve que decirle que ya no podríamos jugar, que era hora de crecer y que ya no podíamos ser amigos, no lo pudo entender, porque apenas unas noches atrás, comenzamos a hacer la casa del árbol y el nuevo juego de ver quien pisa menos rayitas en la calle, ya no tendría sentido, si tan solo pudieras entender que mi mundo no gira tan bien como cuando tú te paras de puntitas y me miras sonriendo.


Ven y siéntate conmigo, los columpios no son tan incómodos, dejemos al lado el romanticismo y dime que tiene el que no tenga yo, dime si el puede volar, si puede contar hasta después del 49 o si puede dejar de respirar  2 minutos, dime si puede colorear sin salirse de la rayita.

Lo he visto, y no es más alto que yo, tal vez necesites algo más que dulces de colores, ¿te gustaron sus costosos chocolates?,  siento si tengo las manos llenas de tierra, tarde un rato jugando entre el jardín, buscando flores para ti, peleando contra las hormigas y huyendo de los caracoles.


Te diría que te extraño, pero tú te miras feliz, en cada foto de tu muro e historias sonríes, y estas con él, supongo que solo te voy a estorbar.  Honestamente tengo miedo, ya no quiero que te burles de mí, diciendo que no aguante estar sin ti, verás que soy débil y es por eso que no lo haré, seré un hombre en unos días, y necesito que pienses que lo soy aunque por dentro mi corazón se hace cachitos cuando te veo con él.

Me destruye cada día saber que estas con él, y yo aquí, reparando las cosas que no me di cuenta, escribiéndote cartas que tal vez jamás vas a leer.


Compre tus gomitas favoritas, en el camino te robe una cuantas, por eso es que la caja está abierta, tal vez te darás cuenta que sobran tres, pero también me gustan a mí, dame crédito pensé en ti.
En este momento la basura está llevándose mis figuras de acción, esas que cambie por libros de enciclopedia y diccionarios de pasta gruesa, para que cuando entres a mi habitación y los veas pienses que ahora soy un determinado lector.

He quitado mis dibujos animados de las búsquedas principales de mi computador, las cambie por series aburridas y ahora me se completo el horario de Nat Geo, y Discovery está en favoritos.

Para hacerte feliz, los dos te dimos un regalo, pero él hizo trampa, el compró las flores, y yo te di un cactus, obvio te gustaron más sus lirios, lo que tú no sabes que es que yo plante y regué  todos los días ese cactus, y que fuera solo para ti, y él se paro con unos billetes en una  florería.

No creo que tenga en cuenta cómo hacerte trenzas, y mucho menos como te gusta que te abracen al ir a dormir, honestamente dudo que sepa cuál es tu color favorito y como es que aprendiste a sumar.

Si él no puede decirme en que número estoy pensando no creo que pueda hacerte feliz, tal vez le faltarán mis chistes tontos de medianoche y será ahí cuando en suspiros me recuerdes a mí.


El es demasiado arrogante, y es claro que yo no puedo ser así, pondré al lado la modestia, es así que te diré algo solo para que veas que yo también puedo ser genial, ayer por la tarde aprendí a hacer los nudos de mis agujetas, y solo para ser más presumido te puedo enseñar cuando quieras, guarde las instrucciones en un papelito, así que no tendré problema.


Dime si ya le contaste mi secreto, ese de comer nueces debajo de la cama, por favor no le digas que cuando me aburro comienzo a rayar tu nombre en la parte trasera de mis cuadernos, iría a buscarte a tu casa y pedirte mi rompecabezas pero hace un rato mi mamá salió y estoy castigado.


La próxima que te vea, tratare de recordarte lo mucho que te gusta cuando te cuentan las cosas mientras acarician tu cabello, te recordaré que cada uno de tus lunares es perfecto, que tu altura es la indicada para mis estándares y que tu sonrisa es la curva más linda de ti.


Cuéntale que odias que te contradigan, que odias cuando te cambian el tema y no soportas la voz del locutor del tercer canal de la radio, que tienes cosquillas solo en los pies y que nunca te ha gustado la cebolla, dile que eres enemiga de los errores ortográficos y que si te dan dinero de más lo usaras en cosas sin sentido.


Iré a tu casa después, no me lo quiero topar, no soportaría ver cómo te besa y como lo abrazas como lo hacías conmigo, odiare cuando te vea con sus manos en tu cintura  pero lo que más me va a matar es que le cuentes de mi como si fuere un simple recuerdo sencillo y sin suspiros.


Recuerdas el monstruo del cual te defendí aquella noche que dormiste aquí, bueno hice una espada de madera, me  puse pantalones largos y tire mis pantalones cortos, después de  eso, me di a la tarea de cazarlo y ahuyentarlo, así que ya no tienes por qué temer la próxima vez que nuestras almohadas estén juntas en esta cama.

Cuida tu léxico al momento de decirle mi nombre,  cuando te bese y abras los ojos y no me veas ahí, l  veas a él con esa perfecta sonrisa natural, tal vez vas a sonreír por compromiso, mientras tanto yo estaré aquí,  me voy a convertir en hombre pasado mañana, esperándote una noche más en el parque donde te conocí, solo te pido un par de cosas, recuerda mi nombre siempre, y mi crayón de color verde.



viernes, 6 de julio de 2018

El Vestido Rojo.

Se convirtió en algún tipo de asesina serial, de esas que te mutilan un cachito de alma cuando sonríen, coleccionaba sus trofeos en frascos de vidrio, en una letrina de color café la cual tenía con ella desde aquella noche de verano que pasaba casualmente por una venta de garage.

Imposible no arrodillarse cuando ella te mira a los ojos, y como si eso no fuera suficiente, rodeaba mi cuello con sus brazos y se paraba de puntitas tal vez con su perfume lleno de alguna toxina, la cual manda dormir al cerebro.
Y es que cuando ella se desnuda el mundo afuera no existe, no hay formas de predecir lo que va a suceder, solo te recuesta a esperar tu sentencia, en su piel no caben preguntas y ella claramente no las va a responder, solo te mirara y después de un rato arrancará de ti hasta la última gota de libertad.

Comenzará a gemir, y eso hará que tus oídos escuchen las canciones que aun no existían, solo te queda apretar las rodillas, para no quedar como un idiota.

Cuando te des cue ta estarás justo en la tina de algún hotel, llena de cubitos de hielo, tu costado izquierdo te dolerá, así que si, alguien te ha robado, esa cosa que late , la cual envía sangre a todo el cuerpo, no existe en su lugar.
Sin embargo ella te dejará una foto, una donde se quita sus lentes para que la veas a los ojos y no te puedas mover nunca, algo así como medusa, pero el único guerrero sin espada, sin escudo y sin amor a su vida, el cual lleva mi nombre, entro en su camino y se quedo sentado viéndola.
Ella no tuvo la culpa, solo hizo lo que se suponía que iba a hacer.


Y quien es el culpable después de todo, aquel raton que iba buscando comida en horas inadecuadas, o aquella serpiente por verla y no querer dejar ir un bocadillo antes del almuerzo.

No se si entiendas pero, creo que la culpa la tengo yo,  por andar buscando algo bien y termino con algo perfecto entre las manos, quizá mi inmadurez es la que al ras del día siguiente es la que golpea en el talón de aquiles.

Entonces la disculpa la pongo yo en tus oídos, o nos sentamos a ver de a cuantos besos nos toca para que la cuenta al final de la cena no sea tan pesada, mi bolsillo no se verá afectado y tus labios no quedarán manchados si solo por esta noche no te los pintas.

Opino que deberíamos buscar una nueva forma de besar, así cuando estés muy molesta y yo este frenético por verte, al vernos primero nos besamos y luego tiramos todo el veneno que corra por nuestra lengua, y cuando la guerra termine, nos damos un abrazo, de esos que duran toda la noche, tu sobre mi y yo con mi mentón en tus hombros.

Quizá las cosas las solucionamos de la manera equivocada por eso es que hiroshima queda tan bombardeada, deberíamos buscar más razones para quedarnos y solo en cuestión, del que el locatel, no las encuentre, y Google no arroje resultados, nosotros deberíamos llevar la batuta, y publicar en Wikipedia cuáles son las 13 millones de razones por las cuales me besaste el primer día, y cuál es la única razón por la cual yo estoy llorando y tu estas molesta.

No se si me prestes atención cuando digo que estoy enamorado, no se si por lo que escribí soy muy obvio, pero lo estoy.




Y es que. ¿que se hace cuando tu cuerpo te traiciona? cuando te deja a la deriva y no te da tiempo de buscar un lugar donde caer suave, donde pones las ganas de seguir soltero, en la basura o las guardo en el armario, quizá no las volveré a buscar, quizá no hasta que te vayas, después de que tu repertorio de palabras bonitas termine, y que tu lista de regalos bonitos no tenga más cosas que ofrecer.
Quizá te tocara partir y me quedara quedarme aquí esperando de nuevo verte, como todos los sábados, esperando un mensaje como todos los días.


Buscando entre los espacios libres que no hay nada que hacer, cuando no hay nada que te detenga buscar el teléfono entre sus bolsillo y encenderlo con la esperanza de ver su mensaje.

Dentro de algunas nubes están las gotas que van a caer sobre mi cabeza, cuando vaya caminando en un día lluvioso y si pensar en si todos los días no es suficiente para que vuelvas te aseguro que volver a reír con alguien más no tendrá sentido alguno.
Va a ser triste si alguien te besa, a pesar que tu cuerpo tiene mi nombre escrito por todos lados, desde las curvas más bonitas hasta los lugares guardados con recelo.

Si me preguntas como es que estoy tan seguro del por qué te digo que eres mía, la respuesta es tan sencilla como dejarme besar tu cuerpo,  no bastará más de 1 minuto para darnos cuenta que la ropa nos estorba y que tu piel está erizada,


Ese vestido rojo, aquel con el que te miras hermosa, sigue apareciendo en mis sueños, te vi solo dos veces con ese atuendo, y no se cuanto durará en mi cabeza.


Pero te aseguro que tu sonrisa es eso que vive, entre mi almohada y mi cabeza.



sábado, 3 de marzo de 2018

Botón a botón.

Todo parecía ser sencillo, esa forma de sonreír estaba tan dentro de mí que el cruzar por la esquina de su casa me seguía descontrolado el pulso cardíaco hasta dejarme sin habla.

Caminando hasta su casa, recordé que en la llamada había mencionado que no habría nadie en su casa, algo no muy usual, dado a que está su papá, o hermana a pocos metros de nosotros, esta noche sería diferente, casualmente no supe sobre llevar el tema de lo sexual con ella, siempre estaba tan dispuesto a todo con ella que si pasara seria una linda histo…



Tap Tap tap!.
Los golpes de mi mano en la puerta hacían una extraña cancion  en sus oídos, esa puerta de color negro, estaba apunto de ser abierta, dejando mostrar a la fémina que estuvo conmigo durante algunas noches frías. Ahí estaba, con esa sonrisa espectacular y esas curvas tan lindas que parecían instar todas mis ansias, parecía que mis intenciones iban a cambiar  entrando por esa puerta, me recibió con un beso, tal vez no estaba listo, pero el beso despertó alguna curiosidad dentro de mi por escuchar sus gemidos, quizá la había visto tantas veces en la calle y en mis pensamientos antes de ir a dormir que esa noche no pintaba nada extraño, tratar de abusar de su confianza estaba muy fuera de mis planes.


Al cerrar la puerta y después de unos lindos besos la película comenzó, tal vez algún beso subido de tono despertó en mi la ansiedad de tener su cuerpo sobre mi, tal vez estaba tan alejado de la luz que prender la misma y detener nuestro acto estaba fuera de la escena, mi boca estaba entre sus labios  y con esa misma sonrisa estaba aparentando mis labios, tal vez insinuando en dejar claro, que mis ganas eran directamente proporcionales a las de ella, así que una erección surgió bajo mi pantalón, ella por supuesto que lo noto, era tan visible en mi pantalón el liquido preseminal que despedía mi pene que cualquier momento ella lo notaría.

Cuando entré por aquella puerta negra, el niño lindo de las flores y las canciones, se había ido con la niña tierna de la mirada brillante, habían dejado a la deriva a dos chicos con ganas de explorar terrenos prohibidos y muy poca experiencia en sexo que se prestaron a conocer el deseo carnal.

Comenzó a moverse dejando en claro que su intención no era portarse bien, y cuando menos lo esperaba la escena sexual estaba haciendo presencia, mi mano estaba en su sostén, mi estupidez salió a relucir, y ella noto que no pude quitarle ese sostén de color negro, aburrido de sentir que ella bailaba sobre mi con su cadera, decidí levantarme y llevarla hasta recostarse en aquel sillón, quedé sobre ella de tal manera que le dije adiós a mi camisa y ella estaba lista para besar mi cuello, no obstante, ella noto que estaba mas inquieto, así que entre besos acalorados, mis manos estaban perdiéndose bajo su sostén, te seré claro que no había notado que cuando besaba sus senos ella mordía sus labios, avisando que había dado en el punto débil de su cuerpo.

Ella tan tierna siempre, diciéndome “te amo, cuidate mucho por favor “ ahora estaba convirtiéndose en lo que yo siempre me quise tirar, esa loca frenética, que no para, a sabiendas que podría llegar alguien y encontrar nuestra escena.

Nos importo poco, me quite la indumentaria que cubría mis piernas y estaba en ropa interior, ella me vio y sus ansias de tenerme dentro de ella subieron al por mayor, cuantas veces la bese, pero no de esta manera, cuantas veces la mire pero no sudando, cuantas veces respire su cuello y ahora no puedo dejar de besarlo.

Justo cuando le dije adiós a su botón, su cremallera bajo y dejo ver su ropa interior, me di cuenta que combinaba su ropa interior, me di cuenta que alguien pensó en esto antes que yo.

domingo, 21 de enero de 2018

Tengo frío.

Así que así se siente, en la mañana  iba caminando, tenía la necesidad de un agua así que entre a una tienda  sobre la vereda de mi camino, saludar a ese viejo quien diría que era la última vez, tener la mirada de su perro  labrador en la pierna reconociendo mi olor quien diría que era la última vez, pero mírame, ahora aquí, quien lo diría.

Tuve una ligera sensación hoy en la mañana, cuando puse mi pie en el frío suelo, un escalofrío en mi cuello delató toda mi inseguridad, la cual solo mi gato pudo sentir, hasta se replegaba a mi pierna,  tuve  más formas de ver la vida de lo normal.
Ok, al grano, ya estás listo?, bueno creo que es demasiado sencillo intuir que estoy en el suelo tirado con algunos disparos en el pecho y ya no me duelen.
Siento frío, y tengo mucho sueño a pesar de haber dormido durante mucho tiempo, escucho una ambulancia y hay una señora gritando tengo miedo que sea mi madre y no quiero verla es por eso que mis ojos están cerrados, intento mantenerme despierto, por fin estoy saliendo con la chica que me gusta, ya nos besamos y no me puedo morir sin verla otra vez, tengo mucha sed, y mi pierna izquierda está fría, siento algo mojado en mi camisa y sé que es sangre pero no la quiero tocar tengo muchas  ganas de toser pero tengo mal aliento y es por eso que siento algo de sangre en mi garganta.
Me gusta pensar en cuanto le servirán  $720, un cupón  y una tarjeta bloqueada, cuanta culpa puedes sanar con eso y cuánto cuesta el perdón.

Entonces esa estúpida luz blanca así es, tiene mucho brillo y me es difícil verla. 
Si muero en 20 minutos a donde irá mi alma?.
Ojalá la muerte me espere hasta el otro  fin de semana, tengo una cita.

Habitación número 18.

Se aburrió del amor, las cosas que  un día dijo sobre  el amor,  solo habían  quedado ahí ,  como palabras que un día dijo, no sé si por dolor o por esperanza dijo que el amor le llega a todos, quizá hoy no pero les llega.

está al lado de mi,  esta desnuda y tiene una piel tan suave que me da miedo despertarla con las manos frias, quizá  ya me acostumbré a verla todos los días  pero no desnuda.

te cuento en breve que me la coji, llevo planeando esto desde  ya tiempo atrás,  no me da miedo decirte que tengo novia y tampoco me da miedo decirte que me vine en menos del tiempo acordado.

Me sentía una mierda por mil y un razones, las más evidentes eran que ella quizá pudo tener el lugar mi novia y ahora se convirtió en una noche de hotel.

A pesar deque nunca busqué su cama su sonrisa siempre desbordaba un morbo incontrolable, bastante blasfemo y retorcido deseo por escuchar sus gemidos.

Entonces esta es la premisa, me vine en 7 minutos y ella esta pensando en por qué llego aquí conmigo y aunque las dudas quedan en el aire de por que cedió como hombre me queda el gusto de saber que ya tuve lo que quería, pero como humano me acabo de convertir en una mierda.
La chica de mis sueños esperando en  casa,envuelta en cobijas, esperando mi mensaje de buenas noches por que ella dijo con lujo de carisma que sus sueños no eran cómodos sin un mensaje de buenas noches.

Una segunda ocasión estan insinuando mis ansias, y el parar de ser infiel a la chica que me gusta,  tal vez por que cuando la veo sonreir me da un gusto tremendo  y que su voz sea la última antes de ir a dormir es impresionante, y créeme que aún estoy buscando la explicación a todo esto.

Pero las caderas de mi segunda opción por decirlo solo de alguna manera me dan ganas de tirarmela ignorando que tiene corazón y tal vez arriesgandome a sentir algo por ella y finalmente cambiar a mi chica, aunque la verdad  es una elección  estúpida no lo haría aunque lo pienso.

te has sentado una noche de jueves a reflexionar tu vida?
bueno no somos tan distintos, corre la casualidad que estuve pensando que es por verla mucho tiempo se me hace especial, mientras que mi verdadera pareja esta a 489 kilómetros de mi.

tal vez, y tan solo tal vez yo también pregunto lo mismo.

¿Qué  hago en la habitación número 18?.

Como Dante Alighieri

Te voy a contar una historia un poquito de todo, primero que nada estaba hasta la madre, tanto que
disfrutar un café frío,  mucho viento con tierra, mojarte un calcetín, encontrar la piedrita de los frijoles, una tortilla dura, perder un calcetín a media noche, despertar temprano en domingo, ir a trabajar en navidad, no eran ni por poco algo tan malo como mi vida amorosa.

Era casi predecible que a diciembre llegaría solo, aquel noviembre del 17, me dispuse a hacer un par de planes quizá a  sabiendas que estaría un poco solo, el ambiente en el que me veía  rodeado no se veía  tan amistoso así que me dispuse a asimilar, el andar caminado por ahí sin entrelazar mis dedos con los de alguien y presumirla por todos lados.

Entonces sucede algo que ya estabas imaginando tal vez,  lo chistoso aquí es que una chica con la sonrisa más hermosa del mundo me besó en la sala de cine de aquel lugar.

Tal vez llegando a casa se va a retractar diciendo que fue un error, todos los escenarios posibles estaban saltando como gotas de aceite en agua,  parecía que todo lo que un día planee ahora estuviese dándome una cachetada directo en lo ingenuo.
Como primera instancia traté de correr de cupido, le saqué los dedos medios y le dije que ya estaba harto de personas vacías y sonrisas que al final me harían recordarlas con una foto.

Lo chistoso es que cupido solo me veía y se reía de mi, tal vez llamándome estúpido por que no me daba cuenta de la mina de oro que estaba frente a mi, tal parece que ese duende que cuida su olla de monedas de oro, había ido por un café y olvidó el azúcar, por eso su tardanza, había dejado un par de ojitos bonitos y al menos unos cachetes enormes y suaves que combinados con una sonrisa surcaban una enorme línea de oreja a  oreja.

Ella continuaba besándome y con su mano rodeando mi nuca, aparentandome los labios cada que intentaba alejarme, su cabello estaba emitiendo un olor a dulcura y esperanza que en realidad era veneno para asesinar a sangre fría mi sentido común.



Tal vez las historias de amor están tan trilladas que los finales felices siempre son una buena mentira, tal vez  solo hace cuestión de momentos, esos besos iban a terminar a la par de esa película, tal vez y tan solo tal vez ,  se convertiría en una  historia que cuentas a tus amigos sin mencionar nombres, - " me besé con tu amiga". Sin embargo había algo que a decir verdad me estaba llenando de  ego y amor,  el sentido de pertenencia  estaba segregandose en cada rincón de mi alma, ahora solo era cuestión de esperar y seguir besándola, ¿si el encanto iba a durar una noche durante 1:39 minutos, por qué no?


Cuando ella paraba de besarme para tomar un suspiro me sonreía y es de esa manera en la que te enamoran fácilmente. Después de eso sentí como sus labios se estaban convirtiendo en mi lugar feliz y por si fuera poco sus manos no soltaban mi cabeza tal parecía que ella  iba  dispuesta a enamorarme y ser la persona más cruel al domar todos mis sentidos cual fiera enjaulada.

Me dejé llevar, me dejé ganar, al salir de aquella sala, me di cuenta que estaba escrita la frase - "Que pierda la esperanza todo aquel que entre en esta puerta"

Me sentí como dante y virgilio se había quedado en alguna sala y tal vez y tan solo tal vez, nunca le notificaron que había llegado.