Hace un tiempo pensé en recuperarte, así que tomé mi guitarra, la limpié, le cambié las cuerdas y la afiné.
Cuando iba camino a casa de la chica en cuestión saqué la púa y me acomodé la guitarra, entonces ejecuté un acorde despacito y sofocando el sonido para no llamar la atención, cuando lo ejecuté la tercera cuerda se reventó, ilógico, por que la había cambiado. La mala suerte se apoderó del día, así que, aflijido, comenzé a caminar de vuelta a casa para repararla. Al doblar la esquina se rompió mi corazón, sentí la sangre correr, las manos me temblaban y comenzé a sudar.
Éra élla, estaba tomada de la mano de alguien más, y estaba sonriendo, sentí que me apretaban el corazón, caminé lo más rapido y me tapé la cara con la bufanda que enredaba mi cuello, dí vuelta a la esquina y comenzé a caminar apresurado, ésa tarde sólo recuerdo que caminé, caminé y caminé.
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