-Todavía te quiero.
Le dije, y élla en cuestión de segundos no tardó en contestarme con algo que me haría volar.
-Yo también te quiero mucho aún.
Siendo algo atrevido y tratando de esquibar mi nerviosismo le dije:
-¿Y qué esperas para abrazarme?
La historia de amor estaba lista para volver a abrirse y dejar paso libre a una cuenta nueva de cariño, todo estaba preparado y estaba ordenándose justo en el momento para que la historia fuera de lo más linda, las personas quienes nos veían ya sabían sobre el cariño que nos teníamos desde hacía ya hace mucho pero ninguno estaba listo para decirlo, así que todo estaba cuadrando.
Cuando derrepente, mi chica dejó de abrazarme y me dió un ligero golpe en el pecho con la suficiente fuerza para dejarme sin aire y me dijo:
-¿Por qué no me buscaste antes!?.
- Dijiste que no te buscara.
-Pero lo hubieras hecho!.
Entonces entendí, que jamás podría confiar en una simple restricción, y ése cinismo mezclado con dulcura y cariño me dejó enamorado una vez más de aquella tierna chica.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario